El Partido Republicano lucha por que el impeachment contra Donald Trump se resuelva de forma rápida, sin la declaración de testigos, ante las presiones de que comparezca al menos Bolton, exconsejero de Seguridad Nacional. Las revelaciones del manuscrito de su último libro incriminan al presidente de forma directa, abriendo grietas en el muro que protege al mandatario.
El impeachment contra Donald Trump entró este miércoles en la fase de preguntas de los senadores a las partes, acusación y defensa, pero la vista estaba puesta sobre todo en las matemáticas de los votos y en un libro de memorias políticas inédito que puede cambiar el guion preescrito para este juicio.
En el manuscrito de la obra, adelantado por The New York Times, Bolton desvela información sensible que podría complicar el proceso para Trump. Concretamente, la confesión de que el presidente le comunicó su idea de congelar las ayudas militares a Ucrania hasta que iniciasen una investigación que incriminase a los demócratas Joe Biden y su hijo Hunter por su participación en una empresa gasista cuando su padre era vicepresidente con Obama.
Bolton envió el manuscrito al Consejo de Seguridad Nacional, dependiente de la Casa Blanca, con el fin de que revisase su contenido y este ha advertido de “las grandes cantidades de información clasificada que contiene” la obra, alguna en la categoría de “alto secreto” y, que no puede salir a la luz pública sin, por lo menos, suprimir esos pasajes.
Mayoría republicana en el Senado
A día de hoy, los republicanos dominan el Senado con 53 escaños de 100, por lo que han conseguido liderar el proceso y tumbar todas las intentonas de los demócratas de llamar testigos a declarar.
El momento clave llegará este viernes, momento en el que se llevará a cabo la votación. Si los demócratas, que cuentan con 47 miembros en el Senado, consiguen convencer a cuatro republicanos, alcanzarán la mayoría necesaria para destituir a Donald Trump.
