Ruperto Iglesias es el presidente de la Agrupación de Sociedades Asturianas de Trabajo Asociado y Economía Social (Asata), encargada de representar y defender los intereses de las empresas de trabajo asociado. La economía social está cogiendo fuerza en Asturias, por ello, Iglesias ha querido mantener una charla con La Voz de Asturias.
El presidente de Asata ha recordado al Gobierno asturiano la importancia de abordar un Plan Director de la Economía Social. “Es una prioridad importante por diversas razones, pero fundamentalmente porque estamos en un contexto tanto nacional como europeo, donde la economía social empieza a tener un protagonismo que, en nuestra región, por desgracia, no lo tiene”, ha defendido.
“¿Cuál es el elemento fundamental para darle ese protagonismo? Pues precisamente el contar con un plan de actuación a medio y largo plazo que, de alguna manera, pase por encima de momentos concretos e, incluso, de equipos de gobierno”, quiso añadir.
Por tanto, la idea es que se plantee como una estrategia de medio y largo plazo con el fin de “desarrollar y potenciar que las empresas de economía social tengan un ámbito importante en la economía”.
Por otro lado, Ruperto Iglesias ve fundamental revisar la actual Ley Asturiana de Cooperativas, pues no está favoreciendo todo lo que pudiera al sector por diversos problemas.
“El primero, de actualización a las nuevas formas y normativas, especialmente desde el ámbito administrativo. Hay que actualizar todo el tema que tiene que ver con constituciones, depósitos de cuentas, formas de convocar Juntas….”, ha explicado al citado periódico.
“Y, luego estaría el segundo motivo, que sería abrir las cooperativas a una fórmula que permita que dos personas puedan constituir una cooperativa (por el momento, son necesarias al menos tres personas)”, ha zanjado Iglesias.
Optimización de los recursos
Por último, el presidente de Asata ha querido dejar claro que, en toda empresa, la optimización de recursos debe ser lo prioritario. En el caso de la economía social, no con el objetivo de tener beneficios, si no de alcanzar el beneficio de la persona.
“Sí está basado en la optimización de los recursos, pero siempre con un eje. Es decir, como empresas nuestro objetivo es obtener beneficios y optimizar recursos, pero ese eje principal no es esa obtención de beneficios, sino la persona”, ha sentenciado.