El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha asegurado este viernes que el máximo responsable de la multinacional Arcelor Mittal, el empresario indio Lakshimi Mittal, ha intentado reunirse con Mariano Rajoy en varias ocasiones sin conseguirlo.
Ante las respuestas de Podemos y Foro en la cámara asturiana, Barbón ha recordado que Pedro Sánchez, será el primer presidente que atienda al responsable en Arcelor. Una reunión que se ha vuelto imprescindible después de que la empresa anunciara el cese de su actividad en varios sectores de la siderurgia.
El jefe del Ejecutivo ha respondido así a las críticas de partidos que, como en el caso de Foro, han criticado la descarbonización exprés a la que está llevando el Gobierno de Sánchez. Un proceso que ya ha destruido diez mil puestos de trabajo en el sector secundario en Asturias.
Según la portavoz de Podemos, Lorena Gil, Barbón sigue haciendo las mismas propuestas “sin cambios” que sus antecesores socialistas. Unas fórmulas retóricas que sirven para ocultar que el proceso de desindustralización de Asturias es una “cuestión de Estado” comandada por los Gobiernos centrales del PSOE y el PP.
La consejera de la formación morada ha asegurado que Barbón ha utilizado las reuniones con las empresas siderúrgicas para hacer campaña. El único objetivo ha sido “ganar tiempo hasta que la resistencia de los trabajadores se agote, los partidos críticos se desangren y la sociedad acepte con resignación la ruta que han trazado para Asturias”.
Un nuevo Gobierno de Sánchez “traerá más problemas”
Su homólogo en Foro, Adrián Pumares, ha lamentado que el Ejecutivo lleve “con el mismo discurso” desde el año 2011. Desde entonces, se han producido deslocalizaciones y cierre de empresas porque los socialistas “han querido que pase”. “Un mal Gobierno no es la solución a nada”, ha indicado antes de advertir que una nueva victoria de Sánchez en las elecciones “traerá más problemas” a la industria asturiana.
Barbón ha recordado que los problemas de la siderurgia en el Principado responden al mandato de la UE enfocado a la reducción de emisiones de CO2. En cualquier caso, el presidente ha asegurado no callarse “ni debajo del agua” y no hacerlo tampoco con el Gobierno central.
Además, el jefe del Ejecutivo ha reiterado de que el Gobierno español impulse en la UE la implantación de un arancel a las importaciones de terceros países. Especialmente las siderúrgicas que no cumplen la normativa ambiental europea. Un proceso que, ha admitido, será “lento”.