La princesa Leonor emocionó a todo el teatro Campoamor de Oviedo. Lo hizo con su discurso inaugural en la entrega de los Premios Princesa de Asturias, edición en la que la infanta se estrena como maestra de ceremonias.
“Hoy es un día muy importante en mi vida que he esperado con mucha ilusión. Desde muy pequeña he visto el cariño y la emoción con que mis padres, Sus Majestades los Reyes, vienen cada año al Principado para presidir esta ceremonia y vivir todo lo que sucede en esta tierra durante los días de nuestros premios. Esto ya es motivo suficiente para que hoy me sienta muy feliz por estar aquí”, dijo.
Leonor centró su discurso en los vínculos que la unen con Asturias, haciendo mención a la herencia de su madre y al cariño que profesa hacia la tierra que le da el título de Infanta.
La joven princesa recordó las enseñanzas de sus padres, “de su cultura, historia y tradiciones. También de su naturaleza. Pero, sobre todo, nos han enseñado a querer y a admirar a los asturianos”.
“Asturias es, también, la tierra de mi madre, la Reina. Yo llevo sangre asturiana”, apuntó.
Acepta el legado de su padre
De este modo, Leonor aceptó el legado de su padre, siempre tan unido a la tierra asturiana: “En mi casa, las palabras España y Asturias siempre están unidas con la misma fuerza con que las ha unido la historia. Así lo siento en mi corazón”.
“Me gustaría dar las gracias también a mi abuela, la Reina Sofía”, dijo Leonor. “Este momento será inolvidable para mí. Como dijo mi padre a mi edad y aquí mismo, será un día que ‘llevaré siempre en lo más profundo de mi corazón’”, concluyó.