Irán ha anunciado este domingo que dejará de respetar sus compromisos con el acuerdo nuclear firmado en 2015 con otras seis potencias mundiales. Por tanto, Teherán se desvincula de los límites fijados sobre el enriquecimiento de uranio, tal y como ha informado la televisión estatal, citando un comunicado del Gobierno.
La decisión llega dos días después de que el ataque con drones de EEUU matase al comandate iraní Qasem Soleimani y de que Trump profiriese más amenazas. Entre ellas, la advertencia de que cuentan con 52 objetivos iraníes si Teherán decide responder al ataque de alguna forma.
Aunque el enriquecimiento de uranio es una de las claves indispensables para desarrollar una cabeza atómica, Teherán siempre ha asegurado que su política nuclear tiene únicamente fines civiles.
El régimen iraní ya viene dando pasos de alejamiento del acuerdo desde que EEUU lo abandonar en 2018. El resto de potencias (Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China) han tratado de que el acuerdo no se venga abajo.
Lejos de armar una cabeza atómica.
Sin embargo, según informa la agencia Reuters, Irán actualmente enriquece a un nivel del 4,5%, un poco por encima del nivel establecido en el pacto nuclear (3,67%) y muy por debajo del umbral que alcanzó antes del acuerdo (20%) y del necesario para armar una cabeza atómica (90%).