El coronavirus no solo ha causado más de 27000 muertes en España. Apenas en el primer trimestre del año se ha podido evidenciar el impacto en los puestos de empleo. Esta situación ha afectado significativamente la economía de las naciones, especialmente en el sur de Europa.
Italia, Grecia, Portugal y España se encuentran en la lista de los países con más reducción de empleo durante la pandemia. De hecho, se han reducido las plazas en un 50%, lo que representa un gran impacto económico.
Contenido
Los efectos del coronavirus en los puestos de empleo
Por cada semana de confinamiento, el sector productivo redujo a un 36% su actividad. Solo en el primer trimestre llegó a un -5%, con relación al último del 2019. El panorama en España es más desalentador que el de Italia, quien registró una caída del 4,4%. En años anteriores, España superaba a las plazas de empleo disponibles en Italia.
Comunidades como Aragón, Andalucía y Asturias han sido las más afectadas, con una reducción que oscila del 3% al 6%, siendo la más afectada Andalucía. En el caso de Asturias, las cifra promedio es de un -3,1%. La disminución en los contratos temporales es la más notoria.
Sectores más afectados
La industria del sector automotriz es la que más ha sufrido las consecuencias, ya que durante el confinamiento ha estado paralizada. A nivel mundial es el más impactado por la pandemia. Un 80% de las industrias de automóviles han sido afectadas con una disminución significativa de sus ingresos y puestos de trabajo.
Los servicios de comercio, hotelería, turismo y transporte también han disminuido sus plazas de empleo. Tan solo en el sector turístico de España, se estiman pérdidas de 55 millones de euros, lo que representa un riesgo de 300 mil trabajadores sin empleo.
Acciones del ministerio del trabajo
Para frenar el desempleo y recuperar la economía, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, plantea un norte donde se garantice la inclusión de las nuevas generaciones para la reconstrucción económica de cada sector.
De igual forma, indica que es necesario tomar medidas para proteger a los colectivos precarizados, como es el caso de las trabajadoras del hogar y los ‘riders’.