El Sporting sucumbe ante la eficacia del Fuenlabrada, y el Oviedo deja escapar dos puntos en el descuento

Christian Fernández intenta alcanzar un balón. Vía: LaLiga

Poca fortuna para los equipos asturianos en la décima jornada de LaLiga Smartbank. El Sporting, que llegaba lanzado tras la goleada al Almería (4-2), se desinfló como un globo en el estadio Fernando Torres (2-0). El Oviedo, sin embargo, mandó durante gran parte de su partido ante el Numancia, pero los rojillos impidieron la segunda victoria consecutiva de los de Javi Rozada en el tiempo de descuento (1-1).

Nuevos aires soplaban en el vestuario gijonés tras encontrar ante el Almería la efectividad que tan esquiva les había resultado. Y esa misma efectividad fue la que sufrieron ante el Fuenlabrada, que no desaprovechó ni una sola de las concesiones del equipo de José Alberto.

Tampoco es que los rojiblancos propusiesen mucho en portería contrario, si acaso algún chispazo de Carmona que se quedó en eso: en un amago. Tras la reanudación, el conjunto madrileño adelantó sus líneas y encontró premio con un tanto de Cristóbal.

No hubo reacción por parte del Sporting, por mucho que José Alberto menease el árbol. Y en el tramo final, el VAR chivó al colegiado un pisotón de Babin que terminó con penalti y gol a favor del Fuenlabrada. Imposible para el Sporting reponerse de un mazazo que corta los aires originados ante el Almería en el Molinón.

‘Coitos interruptus’ en el Tartiere

El Oviedo, por enésima vez esta temporada, se quedó en la orilla (1-1). El partido carballones fue bueno, llegando a conectar con buena parte de la afición durante el partido. Yoel Bárcenas volvió a vestirse de goleador, igual que lo hizo en el Heliodoro López.

Los cambios de Javi Rozada, los cuales ya había anunciado en una semana con tres partidos, dieron oxígeno al Oviedo, que encontró sus mejores minutos después del gol del panameño. A punto estuvo Ortuño de anotar el segundo, pero el Numancia no se amilanó. Mostró un valor en los últimos minutos con el que encontró premio. En un barullo en el área, el balón cayó a los pies de Carlos Gutiérrez, que empujó la pelota a la red en el tiempo de descuento.

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