Continúa la guerra en la Asamblea de Izquierda Unida de Asturias, donde el sector crítico abandonó el cónclave con la promesa de denunciar el proceso ante la dirección general, después de que saliese una lista única respaldada por la mayoría de la formación.
El proceso de renovación del partido en Asturias no se detendrá y la siguiente fase, la convocatoria para la elección, por voto directo de los militantes, del coordinador general tendrá lugar en las próximas semanas para que el nombre del nuevo (o nueva) líder, se zanje en la tercera semana de febrero.
Sería la cuestión de voto el principal foco de discordia en la formación verde. La facción crítica, favorable a la integración con Podemos, considera que la asamblea vigente no tiene legitimidad, pues ha sido elegida por delegados de las agrupaciones y no por el voto directo de los militantes.
La dirección saliente, encabezada por Alejandro Suárez, buscará en los próximos días un entendimiento con la coordinación federal para “armonizar” el proceso de elección de una nueva asamblea.
Dos vías
La más probable es que la coordinadora surgida de esta asamblea (elegida con 183 votos a favor, el 61% del respaldo de los participantes) sea sometida al refrendo de los militantes para salvar las dos exigencias de los estatutos asturianos y federales.
La otra opción, si se enconara el enfrentamiento, es que se obligara a Asturias a repetir todo el proceso desde el principio, algo con consecuencias imprevistas incluso para el sector más crítico, ya que se encuentra muy lejos de obtener un apoyo suficiente para cambiar los resultados.