El Gobierno asturiano se reunirá con todas las fuerzas políticas, a excepción de Vox, para llegar a un acuerdo en torno a los presupuestos para 2020. Tal y como dijo el presidente Adrián Barbón, el Ejecutivo trasladará las cuentas al Parlamento regional “en unas semanas”.
Un proyecto de ley que no será fácil de elaborar, según contó la consejera de Hacienda, Ana Cárcaba, pues entiende que cada partido tendrá sus exigencias a la hora de cuadrar números. La situación nacional como la regional, cuyas iniciativas en la Cámara deberán ser encajadas en los presupuestos, condiciona las negociaciones.
“Hay compromisos relacionados con la política de personal que suponen aumento del gasto no financiero, un aumento importante de gasto social derivado del envejecimiento y unos gastos plurianuales de acuerdos adoptados en la anterior legislatura”, ha señalado la titular de Hacienda.
Por tanto, será un presupuesto elaborado “con rigor y responsabilidad”, teniendo en cuenta los compromisos previos y situando como prioridad el gasto público. Además, Cárcaba ha precisado que, para el próximo año, se dará el máximo apoyo a ciencia e innovación.
“Este equipo de gobierno trabaja de manera intensa en estas semanas”, ha añadido, si bien ha evitado pronunciarse sobre el techo de gasto.
Regla de gasto
Por primera vez, el Gobierno deberá elaborar unos presupuestos que no eleven el déficit público. La obligación es cumplir con el escenario de consolidación fiscal aprobado por el Gobierno central para el próximo año.
De este modo, las cuentas que elabore el Ejecutivo socialista, deberán estar sometidas a la denominada regla de gasto, que obliga a que la variación del gasto computable no supere la tasa de referencia de crecimiento del PIB a medio plazo de la economía, un 2,8 por ciento según las previsiones para 2020.