6 consejos prácticos para comprar un barco

Barco

Si eres todo un lobo de mar y uno de los sueños de tu vida es tener un barco o una pequeña embarcación en propiedad seguramente quieras que tu operación llegue a buen puerto de la forma más eficiente posible. Esto requiere dedicarle tiempo a la búsqueda, tener claros ciertos aspectos del proceso y seguir algunos consejos interesantes que lo hagan todo más fácil. Con ellos ahorrarás dinero, tiempo y preocupaciones a la hora de encontrar el barco que deseas.

1. Ten claro qué es lo que estás buscando

El mercado de barcos ofrece numerosas posibilidades a la hora de comprar. La variedad va desde las pequeñas barcas pesqueras tradicionales hasta las embarcaciones de recreo, con una diversidad considerable. Además, dentro de un mismo modelo o diseño de barco podemos encontrar variaciones importantes respecto de las características, el tamaño, los servicios y extras que incluya la embarcación y otros muchos detalles.

Por eso, es fundamental que antes de empezar nuestra búsqueda tengamos claro qué es lo que nos interesa, a fin de acotar la misma. Eso sí, también conviene ser un poco abiertos de miras si encontramos algo que nos convenga aun cuando no sea exactamente lo que buscamos inicialmente. En estos casos, también deberíamos estar abiertos a analizar esas alternativas.

2. Definir tu presupuesto es fundamental

El presupuesto es otro elemento clave cuando de comprar un barco se trata. En esta cantidad debemos incluir no solamente el coste de adquisición de la embarcación, sino también el de todos los trámites necesarios para su correcta inscripción y las posibles reparaciones y revisiones, que suelen ser habituales en el caso de que compremos barcos de segunda mano. La buena noticia es que existen portales en los que encontrar barcos en venta de calidad y adaptados a las preferencias del usuario. 

3. Una revisión en profundidad

Una vez que hayas decidido tu presupuesto y cuál es el tipo de barco que estás buscando puedes lanzarte a los portales online y revisar los anuncios existentes. En ellos te será fácil seleccionar varios barcos interesantes, conforme a esas preferencias ya mencionadas, sobre los que te deberías enfocar. Te recomendamos que para valorar los navíos analices cada embarcación en todo y cada uno de sus detalles: tamaño, antigüedad, características, estado legal, etc. 

Al igual que ocurre cuando compramos un coche o una vivienda es fundamental que, en aquellos barcos que decidas ver en persona, verifiques el estado de cada elemento del barco buscando señales de posibles reparaciones, defectos en la estructura, problemas del motor o cualquier otro detalle que nos informe del estado general del mismo y de su funcionamiento. Sí es cierto que el hecho de que un barco pueda tener algún tipo de defecto o avería no debe hacernos retroceder en la compra, a menos que este defecto sea de una gravedad considerable. Sin embargo, los pequeños detalles que tengan una solución sencilla pueden sernos útiles para negociar a la baja el precio de la embarcación. 

4. Verifica la documentación

Además de revisar el barco físicamente, incluyendo la imprescindible prueba de navegación, es muy importante que revisemos la documentación de la embarcación. De estos documentos hay algunos que resultan fundamentales, como la hoja de asiento. Esta hoja contiene toda la información de la embarcación, como la matrícula y la inscripción, los cambios de propiedad que haya tenido o los acoples y desacoples del motor, que pueden reflejar posibles reformas o averías de importancia.

También resultan imprescindibles documentos como el certificado de navegabilidad, que demuestra que el barco está preparado para moverse en mar abierto sin problemas, o la certificación de equipos radioeléctricos instalados en el barco, básica para demostrar que estos se encuentren debidamente instalados e inscritos. 

En el caso de los barcos nuevos es posible que algunos de estos documentos no se encuentren disponibles, dado que la matrícula y la licencia no se asignan hasta que el barco está listo para navegar y cuenta con su registro correspondiente. Pero en el caso de los barcos usados es crucial revisar los documentos con interés, pues nos van a dar pistas considerables sobre el estado de la embarcación.

5. Si no está seguro, pide ayuda

Aunque es cierto que añadir intermediarios a la operación de compra de un barco supone incrementar los costes de la operación, también es verdad que la aportación de muchos de ellos es valiosa para ayudarnos a que nuestra operación sea exitosa. 

Es lo que ocurre si contratamos a un patrón profesional para realizar la prueba de navegación del barco que queremos adquirir. Por su experiencia, este profesional siempre va a aportarnos una información interesante respecto de las características del navío y de su comportamiento en la mar. Lo mismo pasa si ejecutamos la compra de la embarcación a través de un broker, cuyos conocimientos y trabajo siempre van a ser idóneos para verificar que el barco está legalmente registrado, que no esconde ningún secreto legal que pueda perjudicarnos o incluso ayudarnos a negociar el precio de compra con el vendedor.

Finalmente, tenemos que nombrar al perito, que puede hacer un informe detallado del estado actual de la embarcación antes de su compra. Algo que también nos resulta muy útil para detectar posibles fallos, defectos e incluso posibles vicios ocultos que puedan suponernos un problema en el futuro. 

6. Las prisas nunca son buenas compañeras  

Cómo último consejo, te recomendamos que te tomes todo el procedimiento con tranquilidad. Suele decirse que las prisas nunca son buenas compañeras y, cuando se trata de realizar la compra de una embarcación, esta es una realidad.

Así que si el vendedor empieza a meterte prisa a la hora de cerrar la compra alegando que tiene otras personas interesadas, que necesita cerrar la compra con urgencia por cualquier motivo o cualquier otra excusa por la que pretenda que la misma se ejecute de forma rápida es altamente recomendable que nos lo tomemos con calma. Básicamente, porque dichas prisas únicamente pueden perjudicarnos. A veces es mejor dejar pasar lo que pueda parecer una buena oportunidad para evitarnos un disgusto a la hora de comprar nuestro nuevo barco.

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