Pedro Sánchez ha convocado este miércoles a los tres líderes de la oposición para afronta el conflicto en Catalunya. El primero en pasar por La Moncloa ha sido Pablo Casado (12:30), mientras que Rivera e Iglesias lo harán por la tarde, a las 17 y 19 horas, respectivamente.
El líder del Partido Popular ha comparecido tras la reunión con un tono muy duro contra el presidente en funciones. Aunque Sánchez le haya garantizado que “no descarta ningún escenario”, Casado cree que al socialista “le ha sobrepasado la imprevisión”.
También ha pedido al Ejecutivo que ponga en marcha una batería de acciones, entre las que destaca el envío al president de la Generalitat de un requerimiento. Sería el paso previo a la aplicación del artículo 155 en Cataluña, una medida que supondría la intervención de la autonomía, y la aplicación inmediata de la ley de seguridad nacional.
El Ejecutivo cree que no se dan las condiciones necesarias para tomar ese tipo de medidas. Se limita, por tanto, a este tipo de gestos políticos, pues, en cuanto a la desobediencia civil, se cree que la actuación de los Mossos y la Policía está siendo impecable.
En el momento en que los Mossos fueran incapaces de sostener la situación, sería prudente aplicar las medidas demandadas por el líder de los populares, tal y como cuentan desde La Moncloa.
La Moncloa mantiene su postura
El Gobierno en funciones se limita a mantener el mensaje lanzado en los últimos días: “Una minoría está queriendo imponer la violencia en Catalunya y quebrar la convivencia. El independentismo debe condenar firmemente esta violencia”.
De hecho, la ministra de Presidencia, Meritxell Budó, ha pedido “aislar a los violentos” de las “manifestaciones pacíficas del independentismo”.
“Estas actitudes, estas imágenes, son las que quieren presentar como la realidad del independentismo, y el independentismo nunca se ha movilizado masivamente de esta manera”, apuntó en una entrevista a TVE.