Las mejores cuevas que visitar en Asturias

Cueva de Tito Bustillo, Galería de las Vulvas. Ribadesella, Asturias

Asturias es un auténtico paraíso natural ubicado en la costa septentrional de España. Se trata de una tierra llena de magia y encanto que ofrece a sus visitantes una experiencia única en su estilo, siendo el escenario perfecto para quienes aman la naturaleza en su estado más puro.

Posee un paisaje diverso y cautivador. Una de sus atracciones naturales más fascinantes son sus cuevas, auténticas joyas subterráneas que esconden tesoros geológicos y testimonios milenarios relacionados con la historia de esta maravillosa región. Aunque las cuevas no son el único atractivo de Asturias, han sido uno de los motivos de su reconocimiento mundial.

Si eres un aventurero ávido por descubrir las maravillas geológicas escondidas en el interior de las cuevas de Asturias, te dejamos una lista con las 6 mejores cuevas que puedes visitar durante tu estancia en el Principado, algunas de ellas consideradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Tito Bustillo

Sin duda, una maravilla geológica oculta en el corazón de Asturias. La cueva de Tito Bustillo fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, pues alberga en su interior una colección impresionante de pinturas rupestres, las cuales muestran vestigios de nuestro pasado como especie.

Puedes admirar de cerca las representaciones de animales, figuras humanas y símbolos misteriosos que han resistido el paso del tiempo, durante más de 20,000 años. Existen diversas visitas guiadas a la cueva de Tito Bustillo, donde te podrás maravillar por las habilidades y creatividad de los artistas prehistóricos que grabaron su legado en piedra.

La Covaciella

La Covaciella es otra cueva que ofrece a los visitantes un interesante viaje al pasado. Al ingresar a la misma, podrás visualizar una galería repleta de estalactitas y estalagmitas que conforman un paisaje mágico y surrealista, espectacular a nivel visual.

No obstante, lo más sorprendente del recorrido son las huellas de manos y figuras de animales que decoran las paredes, las cuales han sido documentadas en los libros de arte universal. Se trata de las expresiones artísticas de los primeros habitantes de la región, así que la cueva te transportará a tiempos ancestrales para tu admiración.

El Pindal

A diferencia de las anteriores cuevas, El Pindal se encuentra abierta al público durante todo el año. Se ubica en la desembocadura del río Cares, en Deva, y ofrece la combinación entre belleza natural y arte prehistórico, incluyendo representaciones de animales como caballos, ciervas y bisontes.

El Pindal se encargará de recibirte con una vista impresionante al mar Cantábrico. Al adentrarte en la cueva podrás descubrir grabados rupestres que representan animales, símbolos y misteriosos. Además de todo lo anterior, los paisajes al exterior de la Cueva del Pindal resultan igual de impresionantes.

La Peña

Aunque es menos conocida que las anteriores, La Peña no deja de ser una joya en las profundidades de  la tierra asturiana. Una impresionante galería de estalactitas y estalagmitas te recibe al entrar, aunque la mala noticia es que existen muchas restricciones para la visita a esta cueva.

Si logras una reserva durante los meses disponibles, puedes disfrutar de la atmósfera mística y cautivadora que ofrece su interior. Aquí también existen algunas pinturas de animales, aunque el encanto principal son las formaciones rocosas que parecen figuras humanas o animales, ideal para dejar volar la imaginación.

Cueva Huerta

La Cueva Huerta te ofrece una interesante oportunidad de mirar al pasado y disfrutar de un entorno natural de impresionante belleza. Al explorar esta cueva, te conviertes en protagonista de un espectáculo visual único, que seguramente te dejará sin aliento por algunos segundos.

En esta ocasión, las estalactitas y estalagmitas se entrelazan para formar una obra de arte natural. Como es costumbre, también encontrarás pinturas rupestres que representan animales y escenas de caza, una forma interesante de conocer cómo era la vida en tiempos remotos y conectar con las raíces de la humanidad.

Ardines

Finalmente, tenemos la Cueva de Ardines, un lugar mágico donde la naturaleza y el arte se entrelazan de una forma exquisita. Esta cueva de 250 m de longitud carece de arte rupestre, pero en su lugar es abundante en formaciones rocosas que parecen gigantes petrificados.

Sin embargo, lo más sorprendente es el espectáculo de luces y sombras que se proyectan sobre las paredes y consiguen crear una atmósfera mística que se quedará grabada en tu mente. A muy pocos metros podrás visitar otro importante reclamo turístico de la zona, la Cuevona de Cuevas del Agua, que puedes atravesar en coche.

Las cuevas en Asturias sirven para apreciar la grandeza de la naturaleza y admirar la inmensa creatividad que exhiben los seres humanos.

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