El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, se muestra optimista en torno a las previsiones de crecimiento de la Eurozona, anticipando un rebote de la economía con un crecimiento cercano al 1% que empezará a notarse a partir de “mediados del próximo año”.
El que fuera ministro de Economía con Mariano Rajoy ha participado en un desayuno organizado por Nueva Economía Forum, donde ha hecho un repaso de la situación económica de la zona euro y de la actuación de la política monetaria.
“Se están produciendo señales de estabilización a niveles reducidos, la desaceleración que se inició a principios de 2018 está tocando fondo y los riesgos para el crecimiento, como un Brexit desordenado y la guerra comercial, no se han materializado, mejorando la percepción de los mercados”, ha dicho.
De este modo, De Guindos cree que la política monetaria sigue teniendo margen de actuación, aunque ha recordado que “el impacto de los efectos colaterales de las medidas implementadas son muy importantes”.
También ha destacado que las medidas del BCE “no pueden ser el último instrumento de actuación y, por eso, pedimos que haya una política fiscal coordinada y reformas estructurales“.
Política monetaria limitada
El vicepresidente del órgano económico ha explicado que una política fiscal expansiva con los bajos tipos de interés actuales no va a producir la expulsión de la demanda privada ni un incremento de los tipos de interés.
Asimismo, que “el Brexit no puede tratarse con política monetaria; la productividad, la competitividad, la política monetaria puede ayudar, pero son necesarias políticas estructurales”, refiriéndose particularmente a la política fiscal, que considera “especialmente poderosa”.