La desaceleración económica está afectando a la recaudación de la Administración. Aunque no tanto en el IRPF y las cotizaciones a la Seguridad Social, gracias a la subida del salario aprobada entre el PSOE y Unidas Podemos, a pesar de que la creación de empleo se ha detenido.
Los ingresos públicos crecen un 4,3% hasta septiembre. Supone un incremento menor que el 6,3% del año pasado. Dicho esto, la Autoridad Fiscal y el Banco de España constatan que este año el déficit bajará poco.
Esto no impide que el enfriamiento económico pase factura a la recaudación del Estado. El pago adelantado del impuesto de sociedades que las empresas hacen en octubre cae en 1.900 millones respecto al pasado año. Sería un desplome del 6,5%.
En el caso del IVA, los ingresos crecen en un 2,4%, lo que supone una evidente ralentización respecto a las tasas del 4% registradas a principios de año.
Las cotizaciones y el IRPF se mantienen
No sería el caso de las cotizaciones y el IRPF, que, según Francisco de la Torre, inspector de Hacienda, “se están beneficiando de las alzas salariales”. El impuesto sobre la renta aguanta a la perfección a pesar de la escasa creación de empleo, creciendo un 5,9% hasta octubre.
Se trata de un ritmo ligeramente menor que el año pasado, pero todavía robusto. Su avance se explica en buena medida porque la creación de empleo sigue engordando la caja.
En la afiliación a la Seguridad Social, el empleo ha pasado de crecer un 3,1% a un 2,6% en media anual hasta noviembre. Su marcha ha perdido un poco de vigor y hace que ahora aporte algo menos que antes al aumento de la recaudación.