España se proclamó campeona del mundo en Pekín tras superar ampliamente a Argentina (75-95). Vuelve así a situarse en la cima del mundo del baloncesto con una final impecable en la que los de Scariolo redujeron al mínimo las amenazas albicelestes. Argentina llegaba a la final con un promedio de 87,7 puntos y se quedó en 75.
Sabía Scariolo que las posibilidades de la selección pasaban por frenar al veterano Scola y al madridista Campazzo. Y ambos se quedaron para vestir santos. Salió Oriola en el ala-pivot, apagando todos los fuegos posibles, y Ricky, Llul y Rudi fundieron las luces del Facu, que se quedó con 11 puntos.
Una vez anulado el plan albiceleste, la colectividad española sacó a relucir su veteranía. Ricky Rubio (20+7), MVP del partido y del mundial, Marc Gasol (14+7) y Llul (15), lideraron a la selección hacia un triunfo más plácido de lo que se presuponía.
Segundo título mundial después de 13 años
Toda la emoción del mundial se quedó en la semifinal ante Australia, donde el grupo de Scariolo sudó de lo lindo para llevarse el pase, después de dos prórrogas trepidantes (95-88). No fue así en la final con Argentina, pues España tuvo el cuajo de sacar a los jugadores de las Ventanas en los últimos minutos, mientras los Gasol, Rubio y compañía, se abrazaban entre lágrimas en el banquillo, viendo que España volvía a ser campeona del mundo 13 años después.