Tuvo que ser en el Coliseum, templo casi inmaculado del Getafe, donde el Barça volviese a encontrar la sonrisa. Y no por desplegar un gran juego, sino por el pragmatismo con el que defendió su actuación en el Alfonso Pérez (0-2), donde rompió una racha de ocho partidos sin ganar fuera.
Hay veces en las que, cuando peor pintan las cosas, sale a flote el genio de ciertos jugadores. Con el partido más abierto que nunca, Luis Suárez, tan discutido en las turbulencias de este Barcelona, mandó la bola a la red.
Y bien valió, porque sin Messi ni Ansu Fati y con un Griezmann todavía desubicado, Valverde tuvo que conformarse con una punta de lanza más oxidada. No entiende de eso Luis Suárez, que, por mucho que digan que ya no está en la edad, sigue siendo igual de determinante que siempre. No por nada, ya mira a la cara a Kubala, al que ya iguala con 131 tantos.
No restó mérito al Getafe, que nunca está de paso cuando hay contienda. El conjunto de Bordalás mordía en campo propio durante la primera mitad. No así tras la reanudación, cuando la espalda de la zaga se volvió permeable. Y eso lo aprovecharon Griezmann y Carles Pérez.
Junior se estrena como goleador
Y en una de esas llegó el tanto de Junior Firpo. El primero como blaugrana y el sexto desde que debutó como profesional con el Betis. Poco más pudo hacer el Getafe, que le tocó la china de la recuperación de este Barça fuera de casa. Recuperación en cuanto a resultados. El fútbol, de momento, queda a la espera.