El gobierno de Adrián Barbón anunció este lunes por la tarde un cierre de frontera regional que entrará en vigor y la Guardia Civil realizó a medianoche las primeras comprobaciones en las fronteras asturianas. En rueda de prensa, Barbón dijo que el objetivo es aplanar la curva, evitar llevar a los hospitales al límite y “evitar tener que estar confinado en casa”. Los vecinos de Oviedo, Gijón y Avilés ya se encuentran confinados en sus propias ciudades y permanecerán así hasta el 7 de noviembre. Alrededor del 80% de la población de la pequeña comarca vive en el triángulo formado por estas tres ciudades.
Hasta hace poco, Asturias había tenido la incidencia de coronavirus más baja de España, pero recientemente ha comenzado a aumentar y ahora se sitúa en 300,84 casos por 100.000 habitantes. Los establecimientos comerciales deben cerrar antes de las 22:00 horas, mientras que los locales de comida y bebida, así como las salas de apuestas, deben hacerlo a las 23:00 horas. Así mismo, Asturias podrá levantar el toque de queda a partir del 9 de noviembre tras la confirmación del Gobierno de España que esa decisión quedará en manos del ejecutivo regional y del resto de las Comunidades Autonomas.
El estado de alarma decretado este domingo en España para frenar la pandemia de coronavirus brinda a los gobiernos regionales las herramientas legales para tomar las medidas restrictivas de movilidad que consideren necesarias, como el cierre de límites urbanos o incluso las fronteras de toda una región. Hasta ahora, las autoridades regionales que buscaban tales medidas se habían visto obligadas a solicitar permiso a un tribunal caso por caso. Pero el nuevo marco legal está provocando cierres de fronteras en un número creciente de regiones españolas, y se esperan más en los próximos días.