Una de las ventajas que tienen los diferentes formatos de archivo que tenemos a nuestro alcance es la polivalencia y capacidad de transformar un formato a otro con relativa facilidad. Dentro de estos formatos, uno de los más polivalentes es el PDF. Este estándar para documentos fue creado por la firma Adobe hace ya bastante tiempo y, sin embargo, sigue siendo la clave a la hora de compartir cualquier documento si queremos asegurarnos de que el mismo no se verá afectado por el sistema operativo o las aplicaciones que tengamos instaladas en nuestro ordenador. Además, conforme a los tiempos actuales, también es posible manejar nuestros archivos PDF directamente desde nuestro móvil, para lo cual los sistemas Android e iOS ya incorporan los lectores necesarios para dicho cometido.
Respecto a la conversión de un archivo PDF en una presentación de PowerPoint, resulta muy interesante cuando tenemos un documento que queremos exponer y que, sin embargo, no ha sido diseñado en un formato apto para funcionar con este conocido programa de presentaciones. A pesar de ciertas resistencias que buena parte de los usuarios tienen respecto a las presentaciones, principalmente por el mal uso que se ha hecho de las mismas a lo largo de los tiempos, lo cierto es que el formato PPT sigue siendo la solución más cómoda para realizar una presentación desde cero. Y en el caso que nos ocupa, gracias a las herramientas que tenemos disponibles en la red es posible transformar ese archivo PDF usando el formato PowerPoint para transformarlo en una práctica presentación.
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Cómo convertir un archivo PDF a Microsoft PowerPoint PPT
Cuando se trata de convertir un archivo PDF en un PowerPoint la solución más sencilla es recurrir a los convertidores de archivos online que tenemos a nuestra disposición. En ellos basta con seleccionar el archivo que queremos convertir, cargarlo en la página del convertidor, esperar a que realice su trabajo y finalmente descargar el archivo ya convertido directamente a nuestro PC. Lo mejor de todo es que gracias a la tecnología actual y a la velocidad de las redes con las que nos conectamos a Internet seguramente no tardes mucho más en convertir tu archivo PDF de lo que has tardado en leer esta parte de nuestro artículo.
Durante este proceso de conversión, los diferentes elementos del archivo serán organizados y presentados de la misma manera en la que estaba en el documento original PDF que haya subido para realizar dicha conversión. En concreto, cada una de las páginas del documento en PDF se convertirá en una de las diapositivas que formarán parte de esta presentación. Estas mantendrán también las mismas dimensiones de página, por lo que si lo que has subido es un texto o un documento en formato tradicional, no apaisado, la presentación de PowerPoint también tendrá este mismo formato. En caso de que el documento PDF si tenga una presentación apaisada, entonces la misma se conservará a la hora de hacer la conversión a PowerPoint.
Aunque no suele ser lo habitual, algunas herramientas de conversión permiten ejecutar pequeños cambios dentro de la exportación del documento, tales como elegir qué páginas queremos que se conviertan y algunas otras modificaciones menores. No obstante, si estos cambios no son suficientes para ti siempre podrás editar el documento de salida mediante PowerPoint y ajustarlo a tus necesidades específicas.
Qué puedo hacer con mi archivo .ppt una vez convertido
Una vez que hayas convertido tu archivo PDF tendrás la opción de transformarlo y convertirlo de la manera que más te guste. Basta con que dispongas de Microsoft PowerPoint instalado en tu ordenador para que puedas abrir el archivo y procesarlo de la manera que más te convenga. Así que, si quieres cambiar los fondos, alguna de las imágenes, reajustar los textos o realizar cualquier otra pequeña modificación dentro del archivo PowerPoint una vez convertido no tendrás problemas para hacerlo.
Lo único que tendrás que hacer una vez que hayas acabado el proceso es guardar los cambios establecidos en el archivo correspondiente, que podrá seguir siendo utilizado de la misma forma para realizar cualquier presentación. Y en caso de que lo desees también es posible volver a guardar este archivo PowerPoint como PDF, gracias al convertidor integrado en las aplicaciones de Microsoft Office para tal cometido. Esto permite almacenar el PowerPoint en PDF de la misma forma en que lo guardarías en su formato tradicional con la misma comodidad.
Cómo convertir un archivo PDF a PPT en mi ordenador
En ocasiones recurrir a los convertidores online no es una buena idea cuando el contenido de los documentos que manipulamos es sensible. Es cierto que prácticamente todas las páginas destinadas a este cometido deben tomar las máximas medidas de seguridad a fin de mantener la adecuada seguridad de los datos y documentos que hemos enviado para esa transformación. Pero eso no impide que ocasionalmente pueda producirse alguna fuga de información y que este documento acabe en manos indebidas.
Para evitarlo nos queda la alternativa de convertir el archivo PDF a PPT sin tener que subirlo a ninguna parte. Para hacerlo necesitaremos disponer de la herramienta Adobe Acrobat, que integra un plugin de exportación que permite convertir estos documentos PDF en numerosos formatos. Una vez cargado el archivo en la interfaz de Adobe Acrobat no tenemos más que elegir el formato de salida deseado, que en este caso sería PPT. No obstante, el convertidor también nos permite realizar exportaciones en otros formatos habituales de Office, tales como Word o Excel. Una vez ejecutado el proceso ya tendremos nuestro archivo disponible en PPT y listo para utilizarlo como más nos convenga, sin problemas de seguridad respecto del contenido.
Otra ventaja adicional de utilizar Adobe Acrobat para realizar estas transformaciones es que también podemos modificar ciertos detalles del archivo tales como las páginas que queremos incluir o no en el proceso de transformación, realizar diferentes modificaciones en dicho contenido y ajustar algunos parámetros del PowerPoint de salida, conforme a nuestra preferencia. Todo ello sin tener que dedicarle más tiempo al proceso del necesario, lo que siempre nos ayuda a realizar una eficiente gestión documental.
