La historia del Bitcoin se remonta más allá de una década. Su relevancia como principal criptomoneda no solo radica en los datos sobre su cotización, que son relevantes, sino también en servir de estímulo para la aparición de otras divisas digitales.
Recientemente, este activo se está viendo como un posible valor refugio de mayor interés que el oro. Así lo consideran al menos muchos inversores, que huyen del metal precioso para decantarse por las criptomonedas, y entre ellas especialmente el Bitcoin.
En el último año, el precio del oro ha caído casi un 5%, mientras que el del Bitcoin se ha elevado el doble, es decir, casi duplica su cotización. Este fenómeno, sumado a la alta inflación en Estados Unidos, en Reino Unido y en países de la Unión Europea, está impulsando a la divisa digital como una opción segura de cobertura frente al aumento sostenido de los precios.
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Un mercado seguro, pero de alta volatilidad
Parece una incongruencia unir volatilidad a seguridad, pero ese es el panorama con las criptomonedas, y especialmente el Bitcoin, que está ganando interés frente al oro como activo de reserva de valor.
En el presente año 2021 se han retirado más de 10.000 millones de dólares del mayor fondo negociado en bolsa de oro y las reservas de oro físico también se han estado vendiendo, según informa Bloomberg.
John Hathaway, responsable de Sprott Asset Management, un grupo de inversión en metales preciosos, reconoce que su sector está siendo desplazado por las criptomonedas. Paul Tudor Jones comparte esa misma opinión. Este experto en fondos de cobertura prefiere en la actualidad el Bitcoin y otras divisas digitales como valor refugio frente a la inflación.
Una reciente encuesta a inversores profesionales reveló que este protagonismo de las criptomonedas está muy ligado al aumento de la inflación. En Europa y Estados Unidos, casi ocho de cada diez inversores se ven atraídos por este mercado.
No obstante, esto no impide que el oro siga siendo el activo más valioso del mundo, aunque el Bitcoin gana posiciones, situándose actualmente como el octavo en ese ranking.
Yanina Orrego, CEO de Capital Ediciones, comprende esta fiebre por las criptomonedas en los inversores institucionales, pero apunta también el lugar destacado que pueden obtener otras divisas. De hecho, es probable que un vuelco en el interés hacia las altcoins haga despegar aún más las inversiones en este sector.
Una apuesta inversora aún desconocida para muchos actores financieros
A pesar de las noticias que envuelven a las criptomonedas, todavía muchos inversores no conocen a ciencia cierta cómo funciona este mercado. De hecho, uno de los grandes problemas con las divisas digitales es que no es fácil acceder a fuentes de información de calidad.
Buscar información contrastable sobre criptomonedas es totalmente necesario para adentrarse en su comercialización con garantías de obtener rentabilidad. Un buen primer paso para perder dinero es no acudir a esos entornos actualizados.
En cualquier caso, existen sitios de noticias de Bitcoin especializados en criptomonedas como MercadoCrypto.com donde sí se accede a fuentes seguras. En esta web puedes encontrar hasta 10.000 criptomonedas para analizar de manera independiente su comportamiento, todo ello gratuitamente, con juegos y un amplio listado de exchanges.
La inversión en divisas digitales es un proceso que requiere de mucho ensayo error. Se asemeja a otros mercados especulativos en los que hay que andarse con mucho ojo a la hora de abrir y cerrar operaciones, con la premisa básica de nunca poner en riesgo el capital necesario para subsistencia.
De este modo, además de mirar gráficas vamos a necesitar estar al día de la actualidad crypto. Para ello podemos visitar noticias de criptomonedas, donde podemos encontrar todo el contenido sobre Bitcoin, las criptodivisas y la tecnología Blockchain.
¿Puede el Bitcoin asentarse como una alternativa al dinero fiduciario?
El interés por las criptomonedas, y especialmente por el Bitcoin, lleva a muchos analistas a preguntarse por la posibilidad de que estos activos se comporten como una alternativa al dinero fiduciario.
Las monedas digitales, y hay muchas que generan más expectación que el Bitcoin, no se vislumbran como sustitutas del dólar, el libra o el euro. Pero esto no impide que su acercamiento a la economía real sea cada vez más próximo, pues en El Salvador ya aceptan bitcoins como método de pago.
En un futuro muy cercano la gente podrá pagar con estas criptomonedas, y si el euro deja de utilizarse, no será el Bitcoin la divisa que ocupe su terreno. A día de hoy, las criptos pueden servir como reserva de valor, o bien como activos financieros, pero nada está escrito en el futuro.
De hecho, hay algunas criptos con precios muy parejos al euro. Una de ellas es Cardano, de tercera generación, que fluctúa en su cotización entre los 0,80 y 1,20 euros. Recientemente, un usuario adquirió a través de esta moneda dos villas de lujo en el archipiélago de Madeira.
Estamos aún lejos de ver las criptomonedas como moneda de pago, pero lo que sí es seguro es que algunas de ellas van a actuar como valor refugio.