Barça y Madrid no se andan con coñas

El francés ha vuelto a ser el faro que ilumina a este Real Madrid

Barcelona y Real Madrid han vuelto esta semana a la competición doméstica después de que se aplazase el Clásico del pasado fin de semana. Los de Ernesto Valverde se pasaron por la piedra al Valladolid con un Messi estelar (5-1), mientras que los blancos sacaron los dientes frente al Leganés en el Bernabéu, que también se llevó una manita (5-0).

De este modo, los dos favoritos al título se aúpan a lo más alto de la tabla, a expensas de un Granada que, de ganar en el Coliseum, volvería a hacerse con el liderato.

Más allá de los goles de Lenglet, Vidal y Luis Suárez, el Camp Nou tiene un motivo de mayor peso para sonreír: Leo Messi. El argentino, que firmó un doblete, participó en los cinco tantos azulgrana, que arrolló a un Valladolid que adujo una fatiga mayor que la de su rival. La jornada de descanso de Barcelona y Real Madrid también fue criticada por el técnico del Leganés.

Parecido fue el caso de los blancos, que se reencontraron con un Bernabéu en fiestas. En fiestas porque Benzema confirma que es la gran amenaza de los de Zidane, porque la joven perla brasileña, Rodrygo, brega como un lateral y marca como un ‘9’. A los 7 minutos, el delantero carioca ya había conectado con Benzema en varias ocasiones, cristalizando en el primer gol blanco.

Poco pudo hacer el Leganés. Mucho menos después de que Ramos y Benzema transformaran sendos penaltis. Una goleada que culminaría Jovic, otro delantero del que se espera mucho esta temporada, que no falló ante Soriano en el tiempo de descuento.

Frenazo del Atleti

No tuvo la misma suerte el Atlético de Madrid, que, después de dos victorias consecutivas empezaba a tomar el pulso a su juego. Y eso que golpeó primero, con un tanto de Morata de delantero clásico. Pared con Correa y definición por bajo ante Pacheco.

Pero el Alavés cuenta con un delantero que está de dulce. Lucas Pérez, que después de dos etapas infructuosas en la Premier está de vuelta en LaLiga, lleva cinco jornadas consecutivas viendo puerta. Pero no de cualquier forma, esta vez, con un zurdazo desde media distancia que limpió las telarañas de la meta de Oblak (1-1). La pasada jornada, el coruñés daría el gol de la honra a los suyos con un soberbio tanto de chilena.

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