En el tarot de Marsella-Camoin el Arcano de la Inteligencia y los Ciclos Vitales de la vida se representa por la simbología lunar. La Luna es diferente a la carta del Sol porque posee 19 lagrimas coloridas en su imagen; las gotas caen en diferentes direcciones y tienen diseños distintos que provienen desde las primeras versiones.
El retrato revelado de la Luna muestra dos perros cerca de dos torres respirando con la lengua hacia afuera. Ambos buscan lamer las gotas que caen desde arriba. Asimismo, se puede visibilizar más de tres plantas distintas cosechadas en el suelo donde permanece un cangrejo.
Algunos lectores del tarot exponen que el segundo animal es un lobo y no un perro, pero de cualquier manera el papel que cumplen las torres está definido por la protección del lugar donde yacen los animales y un tanque cercano.
El Arcano XVIII enfatiza las lágrimas que forman un collar doble con un extremo hacia la parte inferior. La Luna es llena y está en constante crecimiento, también demuestra el perfil de una persona dentro de ella.
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Significados Simbólicos de la Luna
La simbología referida en el astro lunar proclama los ciclos vitales y emocionales en el mundo. La luz que emana hacia los componentes naturales del planeta expresa el reflejo, las ilusiones, las miradas y conlleva a la reflexión.
La inspiración de este Arcano se habitúa en el instinto, lo pasivo, la vitalidad, la inteligencia y la receptividad dentro del mundo sensible. A su vez, maneja el cambio y la fantasía.
En el nivel mental, la carta aparece para explicar frivolidad y mentiras; en el marco laboral y de negocios advierte sobre los errores de una persona.
La parte emocional suele indicar sueños imposibles de lograr, celos, melancolía y sentimientos desordenados que conllevan a la desesperanza; en lo físico enuncia las calumnias, el temor y las conmociones.
Si la persona pregunta sobre los desafíos que puede tener en su entorno, la carta asimila desde errores, estafas, chantaje, histeria, apariencias engañosas hasta desilusión, amenazas y caprichos.
Historia e Iconografía del Arcano XVIII
En el año 1455 se hallaba el tarot de Gringonneur donde el Arcano de la Luna la representaba en forma menguante sin los animales ni las torres. En el caso de Marsella, los perros, el cangrejo y el resto de los elementos son figuras originales que buscan defender el terreno donde se encuentran.
La mitología griega hace referencia al dualismo y a la bipolaridad en una metáfora con los dos perros que también se relacionan con la puerta del cielo y la puerta del infierno. En Egipto, los perros guardianes de las puertas en los diferentes hemisferios (norte y sur) correspondían al solsticio de invierno y a la primavera.
Para Kircher los dioses con cara de lobo: Anubis y Hermanubis permanecían en dos puertas del cielo. La astrología zodiacal instaura a Anubis en dirección norte con el periodo invernal, indicando el signo Capricornio. Por otro lado, Hermanubis está en el verano con el signo de Cáncer. Wirth en su caso vincula a la Luna con la sensualidad, la pasión y el instinto.
El cangrejo es narrado en las leyendas de algunas culturas como el animal que marcha hacia atrás, simboliza a Cáncer en el zodiaco y se vincula a los movimientos lunares en el cielo.
Con respecto a la Luna propiamente, tiene un ciclo que atraviesa la materia especial, los astros, la magia y el Universo en general. No obstante, el Arcano XVIII no se encuentra limitado al ámbito de la Astrología.