Petición de auxilio de Pedro Sánchez. Rodeado de la cúpula del Ibex 35, el presidente español hizo un llamamiento ayer a los partidos de la oposición, concretamente al PP, a asumir junto con el Ejecutivo la responsabilidad de hacer frente a una crisis -sanitarias y económica- de proporciones hasta ahora desconocidas a raíz de la Covid-19.
Sánchez abrió el curso político con un acto en Madrid rodeado de la flor y nata del empresariado español, los agentes sociales y una representación de la sociedad civil, así como de casi todos los miembros de su gabinete, incluido el vicepresidente Pablo Iglesias , en primera fila, a los que expuso su plan para impulsar el crecimiento económico que llevará a Bruselas para acceder a parte de los 140.000 millones de euros aprobados por el Consejo Europeo.
Un plan que se basa en cuatro ejes: transición digital, transición ecológica, cohesión social y territorial y un cambio feminista. El objetivo es incrementar el PIB un 2% gracias a las ayudas europeas del fondo de 140.000 millones de euros. Pero el grueso de la intervención tuvo un marcado carácter político, con el objetivo de trasladar la presión de la recuperación a la oposición, concretamente al PP y Cs, a las puertas de la reunión que el miércoles mantendrá con sus líderes, Pablo Casado y Inés Arrimadas, para hablar de los presupuestos.
Con la palabra unidad como la más repetida del discurso España puede hizo varias referencias veladas al PP y pidió “un nuevo clima político” basado “en la estabilidad”. “Nadie tiene derecho a bajar los brazos para que tenga una ideología diferente a la del gobierno o una identidad diferente porque sólo con la unión de todos tendremos una auténtica oportunidad de vencer el virus”, dijo.
” Unidad es la palabra clave, para que el desafío sólo se puede abordar con la máxima unidad”, insistió. Según Sánchez, esta “unidad” comienza en las administraciones y la “cogovernança” con las comunidades autónomas, pero incluye también el entendimiento entre los agentes sociales, y también “entre las fuerzas políticas” porque “es tiempo de acuerdos, de encuentros , de negociación “y” toca decidir si, además de ser estable, queremos que esta legislatura sea fecunda “. Sánchez quiso tranquilizar a la cúpula del Ibex, asegurando que el Ejecutivo es estable y agotará la legislatura.
Sobre la cuestión territorial señaló la necesidad de garantizar “la igualdad de oportunidades, derechos y acceso al bienestar social en cada territorio de nuestro país”. La “mejora de la cohesión territorial”, afirmó, es “inexcusable”, y ahora “hay que poner fin a los desequilibrios”. En este sentido, advirtió que ante la situación que genera la Covid-19 se puede optar por la “unidad” o por la “división y las querellas”. “Esta es una tarea de todos, no de una parte.” “En estas circunstancias el gobierno lo tiene claro, elegimos unidad”, porque “el desafío es enorme y no lo puede superar media España dando la espalda a la otra mitad”, afirmó. Por este motivo dijo que la “primera condición” para ganar la batalla contra el virus es “trabajar desde la unidad”, y hacerlo con “instituciones sólidas”.
Al final: aplausos a Sánchez del selectivo público, entre el que figuraban Ana Botín (Santander), Isidro Fainé (Fundación Bancaria La Caixa), Beatriz Corredor (Red Eléctrica), José María Alvarez-Pallete (Telefónica), Florentino Pérez (ACS) , Antoni Brufau (Repsol) o Pablo Isla (Inditex).