El pasado sábado, dos plantas petrolíferas de Arabia Saudí recibieron un ataque aéreo, lo que ha producido una subida repentina en el precio del petróleo crudo. Una ofensiva que ha despertado la preocupación de los inversores. Aunque este martes la subida se ha relajado, el precio del barril sigue cerca de los 65 dólares, una cantidad que podría aumentar todavía más.
Los rebeldes Huthi, una milicia de guerrilla yemení, ha reclamado la autoría del ataque en un comunicado en el que garantizan que envió 10 aviones no tripulados al espacio aéreo saudí. Desde Washington y Riad, se acusa directamente a Irán, que niega en rotundo su implicación en la ofensiva.
Pero, ¿cómo puede afectar este ataque a la economía mundial? Principalmente, en una posible subida del precio de la gasolina, lo que supondría un golpe para empresas, aerolíneas o fábricas, que dependen especialmente de los costes energéticos.
Y es que Arabia Saudí es el tercer mayor productor de petróleo crudo del mundo. Los dos ataques sufridos por las refinerías de Abqaiq y Khurais supondría la pérdida de más de 5 millones de barriles por día. Esto es: un 5% del petróleo mundial. Aunque Riad y la mayoría de países tienen reservas con las que paliar la reducción de la oferta, el precio de la materia prima se disparó en bolsa tras la ofensiva del pasado sábado.
El domingo, el precio del crudo se disparó un 20%, unas cifras que no se veían desde la Guerra del Golfo (1991), después de que EEUU invadiese Irak. Al día siguiente, el precio del barril llegó a estar cerca de los 72 dólares. Muy lejos, en cualquier caso, de los 85 que llegó a costar en octubre de 2018, por culpa de la desaceleración económica mundial.
Este martes, la subida se ha relajado, situándose en los 64,86 dólares por barril, 4,86 dólares más que el viernes pasado, día anterior al ataque.
¿Cómo afectará al precio de la gasolina?
Aunque la subida del precio del crudo se haya disparado, no se espera que tenga efectos inmediatos en el precio de la gasolina. Tampoco de una forma proporcional, pues hay muchos otros factores, como los costes de distribución, los impuestos o los márgenes de las empresas, que también influyen en el precio final.
Así lo explica la Asociación de Operadores Petrolíferos (AOP), patronal de empresas energéticas como Repsol, Cepsa o BP. La asociación asegura que el precio del crudo solo supone una tercera parte del precio final de la gasolina o los gasóleos.