La disfunción eréctil es un problema que afecta a millones de hombres en todo el mundo, especialmente en aquellos con edades comprendidas entre los 40 y los 70 años. En España, según un estudio de la Asociación para la Investigación en Disfunciones Sexuales en Atención Primaria (AISD-AP) uno de cada cinco hombres mayores de 18 años padece algún grado de disfunción eréctil, afectando en promedio a cerca de dos millones de personas.
Como podemos observar, los problemas de erección resultan mucho más comunes de lo que podríamos imaginar y suelen provocar niveles de estrés elevados, episodios de ansiedad e incluso depresión, afectando considerablemente a la calidad de vida del afectado y generando incomodidades en la vida de la pareja.
En caso de que la incapacidad de conseguir una erección y mantenerla el suficiente tiempo para completar el acto sexual pase de ser un problema esporádico a algo frecuente, es importante realizar cambios en el estilo de vida y adoptar hábitos más saludables. A continuación, te dejamos algunas recomendaciones que te pueden ayudar a superar esta incómoda situación.
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Encuentra el origen del problema
Las causas de los problemas de erección pueden variar de una persona a otra. En ocasiones, la disfunción tiene una raíz psicológica, mientras que en otras, el origen de esta puede ser físico. Algunas enfermedades, como la obesidad, problemas cardiovasculares, consumo excesivo de sustancias como la nicotina y el alcohol, entre otros temas también pueden tener relación.
Toda vez que se ubique el origen del problema, será mucho más sencillo encontrar una solución adecuada y acudir al especialista cuando se considere necesario.
Habla sobre esto con tu pareja
Es importante conseguir apoyo en la pareja, ya que esta puede convertirse en un apoyo emocional y psicológico importante. Además, la comunicación evitará que la pareja sienta malestares o culpa, al pensar que es responsable de la falta de erección. Ambos miembros de la pareja deben discutir el problema e incluso acudir juntos por ayuda profesional según la gravedad del caso.
Terapia y tratamiento
Tanto si el origen del problema de erección es físico, como psicológico, existen formas de abordar la situación. En el caso de un problema de estrés, ansiedad o inseguridad, la solución más adecuada será optar por una terapia individual y de pareja, con un profesional que aporte las pautas adecuadas para recuperar la salud y satisfacción sexual.
Cuando la causa sea física, es posible optar por tratamientos farmacológicos como Caverject, de acción vasodilatadora, el cual se ha convertido en una alternativa a otros medicamentos conocidos para tratar los problemas de erección. El tratamiento farmacológico de la disfunción eréctil debe ser ordenado por un profesional de la salud y bajo estricta vigilancia médica.
Finalmente, es posible que realizando pequeños cambios en el estilo de vida, como asumiendo un patrón alimenticio más saludable, eliminando la ingesta excesiva de alcohol y nicotina, además de incorporar una rutina de ejercicio diario, tenga un efecto positivo sobre la salud en general y termine por mejorar la calidad y duración de las erecciones.