Pedro Sánchez ha sido elegido presidente del Gobierno con 167 votos a favor y 165 en contra. La votación se desarrolló según lo previsto, a pesar del llamamiento de los partidos de la derecha para que algún socialista “valiente” votase no en la investidura.
El Parlamento ha otorgado la confianza al candidato socialista con los votos de su partido, Unidas Podemos, PNV, Más País, Compromís, Teruel Existe, Nueva Canarias y BNG y la abstención de ERC y Bildu, que suman 18 diputados. En cuanto a los votos en contra, tampoco ha habido sorpresas: PP, Vox, Ciudadanos JxCat, CUP, UPN, PRC y Coalición Canaria, tal y como anunciaron en la recta final del debate.
La votación llega después de un fin de semana tenso en el Congreso, con la derecha advirtiendo de una legislatura hostil contra el Gobierno de coalición de Sánchez e Iglesias. El ya investido presidente pidió a la bancada que deje atrás el “clima hostil”.
“No les compensa seguir en el berrinche indefinidamente, daña algo muy importante que se llama convivencia”, ha afirmado el candidato socialista, que ha parafraseado a Manuel Azaña para recordar a PP, Ciudadanos y Vox que “nadie tiene derecho de monopolizar el patriotismo”.
Hostilidad de la derecha
Atrás quedaron los insultos y descalificaciones de la bancada derecha del hemiciclo, pero ha habido tiempo para que partidos como PP o Vox hicieran sus proclamas “constitucionalistas”. “No puede gobernar contra media España ni cometer la irresponsabilidad de recuperar los fantasmas del pasado. Ni barricada, ni trinchera, calle abierta. Queremos convivir, sin miedo y sin ira“, dijo Casado a Sánchez, recordándole que “nosotros no tenemos bando”.
“Viva el rey y viva España”, han sido las últimas palabras del discurso de Santiago Abascal. En su intervención, el líder de Vox arremetió contra los grupos que facilitaron la investidura, calificando el acuerdo de “matrimonio entre la mentira y la traición”.