La quiebra de Thomas Cook ya empieza a cobrarse víctimas en todo el mundo. Especialmente en España, donde las aerolíneas del grupo han mandado alrededor de 3,6 millones de turistas en 2018. Sus destinos predilectos, Canarias y Palma de Mallorca. Y en el aeropuerto de esta última ya se agolpan con sus maletas a la espera de encontrar la forma de volver a sus hogares.
“Ayer las tarjetas de embarque me llegaron al correo con normalidad. Esta mañana había confusión, no habíamos recibido nada por adelantado: Nos hemos enterado al llegar aquí”, cuenta María Dapena al diario El País, una de las pocas españolas que espera esta mañana en el aeropuerto balear para volar al Reino Unido tras la quiebra de Thomas Cook.
El Gobierno británico lleva a cabo una repatriación masiva
Y es que el Gobierno británico se ha puesto en marcha en cuanto se hizo oficial el cese de la actividad de Thomas Cook. Un volumen de repatriación que no gestionaban desde la II Guerra Mundial.
“Parece ser que todos vamos a Birmingham y por la tarde fletan otro. Es un vuelo de repatriación fletado por el Gobierno británico y está coordinado. Yo tenía que ir a Glasgow y supongo que nos ofrecerán a un servicio de autobús para llegar hasta allí”, dice Dapena.
“Nosotros volábamos a Glasgow a las diez y media de la mañana y nos han reubicado en un vuelo a Mánchester esta noche” comentaba Sam, un joven que ha estado de vacaciones siete días junto a su novia en Calviá.
“No podemos ir a casa. El vuelo ha sido cancelado, volábamos a Mánchester y nos han dado un vuelo alternativo para la noche. Pero todo cambia cada minuto así que no lo sabemos, será un día largo”, lamenta Prachett, que esperaba la cola con su mujer y sus dos hijos cargados de maletas.