Uno de los hombres que está negociando el acuerdo de coalición con el PSOE, Alberto Garzón, aprovechando la presentación de su nuevo libro ‘¿Quién vota a la derecha?”, atendió al diario El País para tratar los puntos fuertes del posible Gobierno de coalición progresista. No quiere hablar de ministerios, aunque asegura estar preparado para asumir cualquier responsabilidad.
“No es una prioridad, lo fundamental son el programa y las competencias”, dice antes de añadir: “Cuando toque, estaré dispuesto a asumir cualquier responsabilidad”.
Aunque PSOE y Unidas Podemos llevan días trabajando en el acuerdo programático, Garzón prefiere no entrar demasiado en materia. “La clave es no engañar a la gente. No podemos prometer el socialismo, pero saldrán una serie de medidas que mejoren la vida de la gente”, opina.
Respecto a algunas propuestas de Podemos, tales como la derogación de la reforma laboral o la reducción de la factura de la luz, el coordinador de IU reconoce que son temas que se “están abordando”, aunque no quiere hablar de fracaso si no salen adelante.
Por tanto, Garzón cree que no debe ser un problema insalvable que haya diferencias entre las diferentes partes del Gobierno. “A nadie se le pide que renuncie a sus ideas para entrar en un Gobierno. Hay que normalizar que haya diferencias, pero eso no significa que haya problemas”, dice al citado periódico.
Abstención de ERC
A la espera de que ERC se pronuncie sobre la abstención en la investidura de Pedro Sánchez, Garzón comparte la opinión del PSC de que se debe considerar Catalunya como una nación dentro de un Estado plurinacional. “Es el mejor punto de inicio para repensar cómo abordar ese tema a través del diálogo”, asegura el coordinador de IU.
Otro de los puntos importantes sería frenar el avance de la extrema derecha de Vox. “Aplicar políticas sociales que permitan proteger a las familias trabajadoras para que no se vean tentadas a votar a la extrema derecha con falsas promesas”, sentencia.