El portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, compareció ayer en la Cumbre sobre el Clima de la ONU. En el recinto ferial de Ifema, el político criticó el supuesto “alarmismo” en torno a la crisis climática que puede repercutir en la “pérdida de trabajos en España”, especialmente en sectores como el turismo o la industria del automóvil.
En su discurso negacionista, tan habitual en la extrema derecha, Espinosa de los Monteros declaró que el “alarmismo exagerado e infundado” empieza a tener “consecuencias graves” también en el sector automovilístico. Uno de los “más importantes de España”, pues supone un 12% del PIB.
“Este Gobierno está intentando acabar con la industria del diésel”, criticó, poniendo en peligro, según su análisis, “cientos de miles de puestos de trabajo”. Sin embargo, no el portavoz de Vox no ha especificado en qué estudios basa esas afirmaciones. Tampoco con qué datos rebate los probados efectos contaminantes y nocivos para la salud de los coches.
Incluso desoyendo los informes emitidos por la Organización Mundial de la Salud. “En lo que se refiere a su contribución a la contaminación atmosférica, los vehículos diésel son más dañinos incluso que los vehículos de gasolina”, según un estudio del organismo internacional.
Defensa del mundo rural
Espinosa de los Monteros apuntó que, desde su partido, defienden el conservacionismo del medio ambiente. También de la agricultura, la pesca y los habitantes del mundo rural, que “se ven muy afectados por este alarmismo climático”.
No es la primera vez que la derecha en España echa balones fuera en torno al cambio climático. En la Región de Murcia, el Partido Popular llegó a justificar la muerte de miles de peces en la laguna del Mar Menor con las lluvias torrenciales de la DANA. Sin mencionar que las precipitaciones arrastraron químicos utilizados por agricultores de la zona.