Un nuevo esperpento del Barcelona lejos del Camp Nou, y ya van demasiados. Esta vez en Los Cármenes, donde un Granada efervescente canceló a los blaugrana, heridos de muerte aún con Messi en el campo (0-2).
Y eso que el partido empezó con el argentino en el banco. También con un gol de Azeez, que encontraba la red de un cabezazo en la primera jugada del encuentro. Pudo haber falta de Puertas a Lenglet, pero ni el árbitro ni el VAR quisieron saber nada. Mucho menos el estadio de Los Cármenes, que se vino abajo con el primer gol de los suyos.
Se vio obligado Valverde a rotar el equipo después de la jornada de Champions. Entró Junior para sustituir al lesionado Alba, también Rakitic y Sergi Roberto, pero, llegados al descanso, el Barcelona no se había acercado ni una sola vez a la meta de Rui Silva.
Algo le pasa a este equipo cuando juega lejos del Camp Nou. Lo sufrió en su estreno en San Mamés, y ya van ocho desde aquella última victoria en Mendizorroza el pasado 23 de abril, día de Sant Jordi.
Ni con Messi en el campo
No hubo más remedio que soltar a Messi, pero tampoco mejoró el Barça. Si acaso con Ansu Fati, que, ya formando en el tridente, empezó a inquietar a Rui Silva. El partido se volvió bronco, y jugadores de sangre caliente como Soldado tuvieron que irse al banquillo.
Desde allí pidió entrada Arturo Vidal, otro futbolista beligerante. Y en su primera aparición sacó la mano a pasear. Consulta en el VAR y penalti a favor del Granada. Un gol cruel el de Vadillo, por el momento en el que llegó, como también cruel está siendo cada una de las salidas de este Barcelona.