Álvaro García Linera no es solo el exvicepresidente de Evo Morales, derrocado por el Golpe de Estado en Bolivia, también es uno de los máximos referentes ideológicos del cambio en América Latina. Hoy ha atendido a Eldiario.es en su asilo en México, donde dejó claro que la prioridad debe ser detener la violencia en el país.
“Un golpe de Estado cívico policial. Se inició como un golpe civil contra el Gobierno, las instituciones, y, a mitad del camino, se volvió policial y militar”. Así explica García Linera el proceso por el que se derrocó a Evo Morales la pasada semana.
Ante la sorpresa de que el Ejército pudiera levantarse en contra de un presidente después de 14 años en el poder, García Linera lo atribuye todo al dinero. “Ha tenido que correr mucho dinero para comprar mandos policiales y militares. Ha habido presión para disciplinar esos mandos para la estructura golpista”, ha indicado.
“Hay un Gobierno de facto sin Asamblea, sin sucesión constitucional, que está presionando para que la Asamblea lo reconozca”, ha explicado el exvicepresidente.
Además, recuerda que “la Asamblea no ha podido ni reunirse porque han sido maltratados los diputados, hay órdenes de detención, y están presionando para que la Asamblea acepte a la senadora como presidenta constitucional”, ha añadido.
Regreso de Evo Morales
Ante el posible regreso de Evo Morales, García Linera teme que su presencia no sea suficiente para frenar el derramamiento de sangre en las calles de Bolivia.
“Evo salió y renunció para impedir que haya muertos. Nosotros no sacamos los militares, Evo renuncia para que no se sigan quemando más casas, pero los paramilitares siguen, la policía emplea gases y los militares han salido a disparar contra civiles”, sentenció el exvicepresidente.