El Borussia Dortmund desquició a un Barcelona timorato anoche en el Signal Iduna Park. Una primera noche de Champions en la que brilló, por encima de todos, Marc-André Ter Stegen. El guardameta se lució en tierras bávaras en pleno debate por su titularidad en la selección alemana. Joachim Löw sigue apostando por Neuer, casi por decreto, aunque el meta blaugrana se afane en frenar una sangría en el esquema táctico del Barcelona, que no pasó del empate a cero en Alemania. Y gracias.
Salió Valverde con un Ansu Fati de récord, que se convirtió en el futbolista más joven de la historia en debutar en la Champions, con 16 años, 10 meses y 14 días. Y hacia su lado se inclinó el campo de Dortmund durante buena parte del partido.
La fogosidad de la nueva perla de La Masía parece condicionar de más el juego del conjunto azulgrana, sin un Messi que salió en la última media hora, momento en el que el Borussia más encerró al Barça.
La alegría del técnico en la alineación no se reflejó en el brío de los catalanes, inexistente especialmente en la segunda parte, donde Ter Stegen se lució una y otra vez, erigiéndose como el único muro del Barcelona.
Ter Stegen, profeta en su tierra
Por alto y por bajo, el meta alemán se empeñó en dejar su portería a cero. Incluso paró un penalti a Reus, antes de cumplirse la hora de partido, en dos tiempos que no hicieron temblar el frío pulso del suplente de Neuer.
Con Suárez desconectado y Griezmann más pendiente de colaborar en tareas defensivas, la única carta que le quedaba a Valverde era la de Messi. El argentino volvió a calzarse la remera blaugrana después de su lesión en el inicio de la temporada. No consiguió enchufarse la ‘Pulga’, tampoco el Barça, que empieza con dudas su ansiado camino hacia una nueva Champions.