El Banco de España aprecia un sobrecalentamiento de los precios de la vivienda, aunque ha decidido retrasar las medidas de prevención. El motivo: una ralentización económica que podría hacerlo por sí sola. El organismo tiene claro que se deberá aumentar la exigencia de colchones de capital a los bancos, lo que ayudaría a contener los precios del mercado inmobiliario.
“Son numerosos los ejemplos de recesiones que no han venido precedidas de un crecimiento excesivo del crédito, lo que plantea la siguiente pregunta: ¿estos colchones deberían constituirse exclusivamente cuando el ciclo de crédito está en una fase alcista o también cuando la actividad es boyante, es decir, cuando el ciclo económico se está expandiendo?”, se pregunta el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.
“A mi juicio, es posible justificar con argumentos sólidos el uso del colchón de capital anticíclico con el objetivo de acumular capacidad de absorción de pérdidas en épocas de bonanza, de modo que pueda utilizarse después en épocas difíciles, incluso cuando no exista evidencia de un crecimiento excesivo del crédito”, explica.
De este modo, el organismo ha decidido esperar un año para estudiar las medidas a adoptar. Aun así, se plantean una serie de exigencias preventivas a la banca, aunque los precios de la vivienda estén todavía un 30% por debajo del pico máximo de la burbuja.
Sin evidencia de riesgo sistémico
“El aumento sostenido de los precios de la vivienda todavía no se ha traducido en una sobrevaloración generalizada”, afirma. Para medirlo se toma un grupo de indicadores basados en la evolución de los precios, las rentas de los hogares, el coste del alquiler y los tipos de interés.
Por tanto, aunque no hay evidencia de riesgos sistémicos, los indicadores se aproximan a unas zonas en las que deberían empezar a activarse los colchones de crédito. Unos colchones anticíclicos que sirvan para mitigar la caída cuando vienen mal dadas.