Bruselas vuelve a llamar la atención a España. Tras revisar los planes remitidos por el Gobierno, la Comisión Europea señala “un riesgo de desviación significativa” respecto a las reglas comunitarias. El Ejecutivo advierte a España del peligro de no adaptarse a los ajustes requeridos y de no realizar un “progreso suficiente” en la reducción de la deuda.
Ya es el cuarto año consecutivo en el que España llega a Bruselas sin los deberes hechos. Aunque el Ejecutivo comunitario es consciente de la situación de interinidad del Gobierno, entiende que “el borrador de proyecto presupuestario de España”, presentado por la ministra en funciones Nadia Calviño en octubre, “corre el riesgo de no cumplir con las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento”.
Dicha valoración se apoya en dos patas importantes. Primero, la Comisión advierte del peligro de que las finanzas públicas se desvíen de forma “significativa” de la senda de ajuste marcada para lograr la estabilidad financiera a medio plazo. Y segundo, el Ejecutivo comunitario no prevé que España “progrese lo suficiente hacia el cumplimiento con el criterio de reducción de deuda en 2019 y 2020”.
Reducción del déficit público
España salió hace un año de la tutela de Bruselas al rebajar el déficit público por debajo del 3% del PIB. Aunque, desde entonces, se encuentra dentro del denominado brazo preventivo, en el que se controla a los socios de una forma igualmente restrictiva.
Por tanto, Calviño se comprometió rebajar el déficit desde el 2,5% del PIB de 2018 al 2% este año y el 1,7% el que viene. Por su parte, las previsiones de Bruselas son distintas: España rebasará el déficit, cerrando este año en el 2,3% y en el 2,2% en el año próximo.