Drew Barrymore es una figura icónica del cine y la televisión. Con una carrera que abarca más de cuatro décadas, ha dejado una huella imborrable en la industria del entretenimiento. Desde su debut como niña actriz hasta su consolidación como protagonista, productora y presentadora, sus películas y programas de TV han cautivado a generaciones. Este recorrido por su trayectoria profesional permite apreciar su evolución artística y su capacidad para reinventarse una y otra vez.
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Sus primeros pasos en el cine: de niña prodigio a estrella infantil
Drew Barrymore nació en una familia de artistas, lo que le facilitó el acceso a los sets de rodaje desde muy joven. Su primer papel relevante llegó con “E.T., el extraterrestre” (1982), dirigida por Steven Spielberg. A los 7 años, interpretó a Gertie, la entrañable hermana pequeña que se ganó el corazón del público de todo el mundo. Este papel fue un éxito mundial y catapultó su carrera de manera fulgurante.
A lo largo de los años 80, participó en otras producciones infantiles como “Firestarter” (1984), una adaptación de la novela de Stephen King donde interpretaba a una niña con poderes piroquinéticos, y “Cat’s Eye” (1985), otra obra inspirada en el universo de King. A pesar de su juventud, Barrymore ya demostraba una fuerte presencia en pantalla.
Una adolescencia marcada por el escándalo y la resiliencia
Durante su adolescencia, Drew Barrymore vivió una etapa complicada, con problemas personales que fueron ampliamente cubiertos por los medios. Sin embargo, su talento y carisma le permitieron retomar su carrera en los años 90, esta vez con un giro hacia papeles más maduros.
En esta etapa protagonizó cintas como “Poison Ivy” (1992), donde sorprendió al público con un papel provocador y rompedor, y “Guncrazy” (1992), que le valió reconocimiento crítico. Estas actuaciones mostraron su versatilidad y dejaron claro que ya no era solo la niña de “E.T.”, sino una actriz con personalidad y potencial dramático.
El renacer de una estrella: comedia romántica y éxito comercial
A mediados de los 90, Barrymore encontró su nicho en el género de la comedia romántica. Fue entonces cuando consolidó su estatus de estrella en películas populares como:
- “The Wedding Singer” (1998), junto a Adam Sandler, una comedia musical ambientada en los años 80 que se convirtió en un clásico del género.
- “Never Been Kissed” (1999), donde interpretó a una periodista que se infiltra en un instituto para una investigación y acaba reencontrándose consigo misma.
- “50 First Dates” (2004), nuevamente con Sandler, donde encarnó a una mujer con pérdida de memoria a corto plazo. Esta comedia romántica se ganó el cariño del público por su mezcla de humor y ternura.
Además, participó en “Ever After” (1998), una original reinterpretación del cuento de Cenicienta, que fue muy bien recibida tanto por la crítica como por la audiencia.
Drew Barrymore en el cine de acción y aventuras
No solo brilló en la comedia romántica. Drew también fue protagonista de películas de acción que marcaron una época. En “Los ángeles de Charlie” (2000) y su secuela “Los ángeles de Charlie: Al límite” (2003), compartió pantalla con Cameron Diaz y Lucy Liu. Estas películas, producidas por la propia Barrymore a través de su empresa Flower Films, revitalizaron la franquicia y la presentaron como una heroína contemporánea con un estilo propio.
Otro título destacado es “Batman Forever” (1995), donde tuvo un papel secundario pero significativo como Sugar, una de las ayudantes del villano Dos Caras.
Faceta como productora: Flower Films y el control creativo
La fundación de su productora Flower Films fue un paso clave en su carrera. A través de esta empresa, Drew Barrymore no solo actuó, sino que también tomó decisiones creativas fundamentales en varios proyectos que protagonizó. Produjo títulos como:
- “Donnie Darko” (2001), película de culto protagonizada por Jake Gyllenhaal.
- “Never Been Kissed” y “Los ángeles de Charlie”, mencionadas anteriormente.
- “Whip It” (2009), que también dirigió, una historia sobre el roller derby que refleja temas de empoderamiento femenino y búsqueda de identidad.
Esta faceta como productora demuestra su inquietud artística y su deseo de contar historias desde una óptica más personal y comprometida.
Presencia constante en el cine independiente y el drama
Más allá del cine comercial, Barrymore ha sabido elegir papeles en películas de corte más íntimo y profundo. En “Riding in Cars with Boys” (2001), interpretó a una joven madre soltera que lucha por estudiar y salir adelante, mostrando un lado más serio y comprometido.
En “Grey Gardens” (2009), un telefilme producido por HBO, interpretó a Edith Bouvier Beale, la excéntrica prima de Jacqueline Kennedy. Esta actuación le valió un Premio Globo de Oro y un Premio del Sindicato de Actores, consolidando su reputación como intérprete dramática.
Su incursión en la televisión: proyectos memorables
En el mundo televisivo, Drew Barrymore también ha dejado una huella importante. Aunque su presencia en series fue esporádica al principio, en los últimos años ha ganado protagonismo.
Uno de sus papeles más destacados en televisión fue el de Sheila Hammond en “Santa Clarita Diet” (2017–2019), una comedia negra de Netflix en la que compartió protagonismo con Timothy Olyphant. En esta serie interpretaba a una agente inmobiliaria convertida en zombi que debe enfrentarse a su nueva y sangrienta realidad. El tono irreverente y absurdo de la serie encajó perfectamente con su estilo interpretativo.
También prestó su voz a personajes en series animadas y participó en varios especiales y documentales relacionados con el cine.
Talk show: su etapa como presentadora
Desde 2020, Drew Barrymore presenta su propio talk show, “The Drew Barrymore Show”, emitido en la televisión estadounidense. En este formato, entrevista a celebridades, comparte experiencias personales y ofrece una perspectiva cercana y positiva de la vida. Su estilo cálido y accesible ha convertido el programa en un éxito, mostrando otra faceta más de su talento.
Este paso a la televisión como conductora le ha permitido conectar con el público de una manera más directa y personal, fortaleciendo su imagen pública como figura entrañable y carismática.
Una trayectoria ecléctica y en constante evolución
Lo que distingue a Drew Barrymore de muchas otras actrices es su capacidad para reinventarse y adaptarse a los distintos momentos de su vida profesional. Desde niña prodigio hasta adulta multifacética, ha pasado por todos los géneros cinematográficos y formatos televisivos imaginables.
Su filmografía incluye títulos tan variados como:
- “Boys on the Side” (1995) – un drama sobre la amistad entre mujeres.
- “Music and Lyrics” (2007) – comedia romántica con Hugh Grant.
- “Going the Distance” (2010) – sobre relaciones a larga distancia.
- “Big Miracle” (2012) – basada en una historia real sobre el rescate de ballenas en Alaska.
Cada una de estas películas y programas de TV refleja una parte distinta de su personalidad artística y vital.
El impacto cultural de Drew Barrymore
A lo largo de su carrera, Drew Barrymore se ha convertido en un icono pop, no solo por su talento, sino también por su autenticidad. Ha sabido crecer frente al público, compartir sus luchas y éxitos, y seguir adelante con una sonrisa. Su influencia trasciende la pantalla: es símbolo de resiliencia, libertad creativa y empoderamiento femenino.
Además, ha sabido conectar con públicos de distintas generaciones. Mientras que algunos la recuerdan por su papel en “E.T.”, otros la descubrieron en “50 First Dates” o “Santa Clarita Diet”. Esa capacidad de resonar con diferentes audiencias es uno de sus mayores logros.
Un legado que continúa
Drew Barrymore sigue activa en el mundo del entretenimiento, ya sea delante de las cámaras o detrás de ellas. Su enfoque honesto y natural, su versatilidad y su amor por la narración de historias la mantienen vigente en una industria en constante cambio.
Su trayectoria en películas y programas de TV es un testimonio de perseverancia, talento y evolución constante. En un mundo donde muchas carreras se apagan con el tiempo, la de Drew Barrymore sigue brillando con luz propia.