Los préstamos concedidos a las autonomías desde 2012 ha costado al Estado alrededor de 16.000 millones de euros, según un estudio publicado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea). El cálculo, realizado por Ángel de la Fuente, repasa el impacto que han tenido los mecanismos de liquidez adoptados por el Gobierno central durante la actual crisis financiera.
Destacan el plan de pago a proveedores, las distintas ediciones del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y los aplazamientos de las liquidaciones negativas del sistema de financiación del 2018 y 2009.
Con estos instrumentos, el Estado ha facilitado la inyección de liquidez a las Comunidades Autónomas desde el año 2012. Gracias a ellos, las distintas administraciones han podido obtener fondos con un tipo de interés muy inferior al del mercado.
Una cantidad que ascendería hasta los 219.513 millones de euros, de la cual las autonomías han devuelto un 18%. Todavía queda pendiente una deuda de 179.166 millones de euros con el Estado central.
Cataluña, Andalucía, Valencia y Castilla-La Mancha, las más beneficiadas
Según el informe de Fedea, las comunidades más beneficiadas por estos sistemas son Cataluña, Andalucía, la Comunidad Valencia y Castilla-La Mancha. Además, la fundación señala que dicha cantidad de 16.000 millones de euros debería tenerse en cuenta a la hora de calcular la financiación relativa y total de las Comunidades Autónomas.