Tres de los cuatro representantes españoles en la Champions –Madrid, Atleti y Barcelona– se hicieron con la victoria en la tercera jornada de la fase de grupos. No así el Valencia, al que se le está haciendo larga la máxima competición europea. Los ché empataron ante un Lille que fue superior en Francia (1-1).
Otro al que no le salen del todo las cosas es el Real Madrid. Los blancos llegaban a Estambul con la imperiosa necesidad de hacerse con los tres puntos después de cosechar tan solo un punto en las dos primeras jornadas. Aunque sin brillo, el Madrid cumplió ante el Galatasaray gracias al solitario gol de Kroos (0-1).
Y no sería porque el planteamiento de Zidane no fuese valiente. Con Rodrygo y Valverde en el once, este último por méritos propios, al Madrid le costó dominar el partido. Las jóvenes promesas fueron, probablemente, de las mejores actuaciones blancas. Pero sigue rondando la sensación de que, con este nivel, a los blancos les va a costar un mundo hacer algo en esta Champions.
Más de lo mismo para el Barcelona, que, aunque ya lidera su grupo –también LaLiga–, los números no se corresponden del todo con el juego del equipo. “Ya creo que es hora de hablar de unas cuantas cosas”, dijo Ter Stegen, autocrítico, en zona mixta. No es para menos, pues, más allá del tempranero gol de Messi, los de Valverde sufrieron el empuje de un Slavia de Praga que se vio fuera de la Champions.
El mismo Ter Stegen, salvador ante el Inter, en Dortmund y también en Praga, no pudo detener el disparo de Boril. Poco después, Luis Suárez, con la ayuda de Olayinka, deshizo el empate. Victoria por la mínima y liderato. Aun así, el fútbol de este Barcelona está bajo sospecha.
El Atleti guarda las armas en el Metropolitano
Sufrida también fue la victoria del Atleti (1-0). Los rojiblancos, con Simeone y Koke como cabezas de turco, están siendo altamente cuestionados por los últimos resultados. Con ese ambiente de crispación se desarrolló el partido en el Metropolitano. El Bayer Leverkusen no tuvo demasiados argumentos para la victoria, pero la mayor debilidad del Atleti siguió patente: le cuesta un mundo hacer gol.
Y en esas, Lemar abrió a la banda, donde Lodi puso un centro soberbio para que Morata, que entró en el último tramo del partido, cabecease a la red a pocos minutos para el final. Una victoria que acerca la clasificación europea que, el tiempo dirá, podría ser un bálsamo para el Cholo.