El presidente interino de Venezuela, como tal reconocido por más de 60 países, Juan Guaidó, atendió al diario El País desde su despacho en Venezuela. Allí hizo un repaso de la actualidad venezolana después de su proclamación como presidente el pasado 23 de enero de 2018.
Aunque no se hayan tomado aún las medidas que el país necesita, Guaidó cree que van por el buen camino. Sobre todo, echando la vista atrás, cuando la violencia estaba instalada en las calles.
“Pero todo el mundo dice que hay una usurpación en Venezuela. Maduro ejerce su función como dictador, no como presidente electo. Hay terror, hay violaciones de derechos humanos, ecocidio a través del uso y abuso de los recursos del Estado. En 2018 no había expectativas, la palabra no era insurrección, era ilusión. Todo el mundo decía: ‘Ojalá…’”, dijo el dirigente.
“Si medimos el resultado en que Maduro está en la silla de Miraflores ejerciendo como dictador, es injusto. La esperanza de cambio se mantiene. Hoy ya es mi quinto día de reuniones con sectores empresariales, magisteriales, enfermeras, estudiantes universitarios. Es decir, no solo vamos a articular el sector político, vamos a articular todo el país, hace un año no teníamos esa oportunidad”, quiso añadir.
Dicho esto, Guaidó no cree que el hecho de que Madura siga instalado en su palacio de Miraflores signifique que la ruta marcada por Voluntad Popular se haya desnaturalizado.
“Maduro está en Miraflores y yo estoy libre a pesar de que soy una cantidad de cosas inmencionables. Si la variable es que Maduro sigue en Miraflores, ni discutamos, no hay ni siquiera debate”, opinó el dirigente venezolano.
Noruega como referente
A nivel de autocrítica, Guaidó cree que, durante mucho tiempo, las fuerzas del cambio en Venezuela no se creían que fuese posible hacer daño al sistema bolivariano de Nicolás Maduro. “Probablemente subestimamos la capacidad de hacer daño de la dictadura. Creo que faltó el factor fuerza armada”, aseguró en conversación con el citado medio.
“No ha sido suficiente para lograr vencer el miedo, no solamente de la población sino de la coalición dominante, del círculo interno de la dictadura que se pudiera creer que por momentos están dispuestos a una salida negociada, como en el caso de la mediación de Noruega”, sentenció el venezolano.