Después de darse un baño de masas en la marcha celebrada el pasado viernes en Madrid, Greta Thunberg ha tenido la oportunidad de referirse a los líderes políticos en la Cumbre por el Clima de la ONU. Al menos a los que han asistido, a los que pide algún tipo de reacción ante los datos alarmantes en torno al cambio climático.
“Hace un año y medio no hablaba con nadie a menos que tuviera que hacerlo, pero he encontrado un motivo para hablar. Sé que hay que empezar con algo emotivo. Decir algo como ‘nuestra casa está en llamas’ o ‘¿cómo se atreven?”, ha comenzado.
“Pero hoy no voy a hacerlo, porque, si no, solo esas frases suscitan atención, y se olvidan los hechos“.
En un tono poco conciliador, Thunberg ha recordado las veces que se ha puesto el grito en el cielo por los recortes de los Gobiernos. La mayoría de ellos, destinados a la transición ecológica responsable que deben llevar a cabo los diferentes estados.
“Durante un año he hablado constantemente cómo se merman los presupuestos una y otra vez, pero como se sigue ignorando, tendré que repetirlo”, ha criticado.
“No son opiniones, son cifras científicas y globales“, ha dicho a aquellos que consideran alarmistas a quienes advierten de la catástrofe climática que se avecina.
“¿Cómo reaccionan ante estas cifras sin sentir pánico, al hecho de que no se está haciendo nada, sin sentirse enfadados? ¿Cómo comunican este mensaje, sin mostrarse alarmistas? ¿Cómo lo hacen? Me gustaría saberlo”, ha continuado la joven activista.
Acción política en las calles
Por último, Thunberg ha querido hacer un llamamiento a la ciudadanía, pues la acción política más relevante es la que se practica en las calles.
“Sin ese sentimiento de urgencia, ¿cómo podemos comprender que hacemos frente a una verdadera crisis? Si las personas no son plenamente conscientes de lo que está sucediendo no podrán ejercer presión sobre los líderes. Y sin esa presión, los líderes políticos no harán nada y es un ciclo que perdura“, ha sentenciado.