La segunda ola de coronavirus en España ha perdido impulso esta semana, según las últimas cifras proporcionadas por el Ministerio de Sanidad. El jueves se reportaron otros 8.959 casos nuevos, sin contar Murcia, que sufrió problemas técnicos al reportar sus cifras. Si bien el virus continúa propagándose, el número de casos semanales en realidad ha disminuido: el lunes comenzó con 47.264 casos detectados en los últimos siete días, mientras que la cifra reportada ayer fue de 46.371.
Cabe señalar, sin embargo, que esta es la cifra semanal y no significa que la epidemia haya dejado de crecer ni necesariamente se pueda identificar un cambio de tendencia. Ni los expertos en epidemiología ni el propio ministerio descartan un fuerte repunte de casos en los próximos días, ya que las escuelas vuelven a abrir y los españoles vuelven a casa de sus vacaciones de verano. En medio de una ola, es difícil saber hacia dónde se dirige.
Además, los datos pueden ser engañosos y el lapso de tiempo entre el desarrollo de los síntomas y la notificación de tal caso por parte del ministerio está aumentando una vez más. Este período de tiempo puede ser de hasta cuatro días, cuando en junio eran menos de dos. Esto se debe al aumento de casos observados en las últimas semanas y al aumento de la presión sobre los centros de salud, lo que vuelve a retrasar el proceso entre la enfermedad de una persona y la aparición de su caso en las estadísticas. Dicho esto, en marzo y abril, en el pico de la crisis en España, este proceso podría llevar más de una semana.
Este retraso de dos a cuatro semanas podría explicar por qué ha crecido la incidencia acumulada en los últimos 14 días, según las cifras de anoche: el lunes el dato era de 205,5 por 100.000 habitantes, mientras que el jueves había aumentado a 212,9.
La distribución de casos es muy desigual según la región. Madrid sigue representando un tercio del total de positivos en España, y la incidencia ha alcanzado los 467 casos por 100.000 habitantes en las últimas dos semanas. Le siguen País Vasco (363,9) y La Rioja (362,2). El resto de territorios de España se sitúa por debajo de los 300, siendo Asturias el más bajo con 51. Muy por encima de los países vecinos, como Portugal (35,4), Reino Unido (24,6), Alemania (19,4) e Italia (25,5). Francia supera, sin embargo, la cifra de Asturias, con 93,4, pero sigue siendo alrededor de la mitad de la media española.
La presión sobre los hospitales españoles sigue creciendo lentamente. La ocupación de camas por parte de los pacientes Covid-19 sigue siendo del 6%, pero Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Salud, reconoció en rueda de prensa el jueves por la noche que ya está muy cerca de las 7 % (el informe del ministerio no ofrece decimales para la cifra). Madrid también tiene la mayor presión sobre sus hospitales, con un 16% de las camas ocupadas por pacientes de Covid-19, casi el doble de la cifra del 20 de agosto, cuando el ministerio comenzó a suministrar la cifra por primera vez. Le siguen Aragón (12%), Baleares y País Vasco (ambos 11%).
Simón se mostró muy cauteloso el jueves a la hora de anticipar mejoras en las cifras. “Con los datos que tenemos podemos decir que el progreso parece ir más lento de lo que era”, explicó. “Donde hubo grandes aumentos [en las infecciones], están cayendo. Pueden caer en los próximos días, pero tenemos que cuidar lo que estamos observando y lo que estamos detectando ”.
En los próximos días, el director de CCAES pronostica un aumento de contagios en zonas con pocos casos a las que están regresando personas de zonas con más contagios, pero dijo que pensaba que en las provincias donde las tasas de transmisión ya son altas, la vuelta al trabajo. y la escuela no tendrá un efecto notable. Una de las labores de las autoridades sanitarias en las próximas semanas será la de detectar si tener alumnos de vuelta en el aula provoca un aumento de las infecciones.
“Si la transmisión aumenta entre los estudiantes, pero lo hace al mismo ritmo que en la comunidad, eso significa que las escuelas no son focos de contagio”, explicó. “Si lo hace más rápido, eso significará que las escuelas podrían ser puntos focales, y esto tendrá que ser evaluado de centro a centro”, continuó, expresando su apoyo a la reapertura de escuelas.
Simón dijo que estaba satisfecho con los datos de los brotes actuales, que gradualmente se están reduciendo. Esto, en su opinión, significa que las restricciones recientes, como el cierre de clubes nocturnos y bares, están surtiendo efecto. Según los datos del Ministerio de Sanidad, desde que en junio finalizó la desescalada de las medidas de encierro, se han reportado un total de 3.061 brotes con 29.500 casos. Casi el 80% son pequeños, con menos de 10 personas afectadas. “Los brotes con mayor número de casos, algunos con más de 100, se están produciendo en áreas de ocio, entre trabajadores en situación de vulnerabilidad y en centros sociales y de salud”, señala el informe del ministerio.