El presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercrow, ha frenado de golpe las aspiraciones de Boris Johnson. El speaker no permitió al primer ministro británico que volviese a someter a votación el acuerdo del Brexit debatido el pasado sábado.
Aunque el Ejecutivo británico aspira a que los diputados se vuelvan a pronunciar el martes, Bercrow pidió a Johnson que no malgastara “el uso sensato del tiempo de esta Cámara y respetara sus decisiones”. El primer ministro ni siquiera se dignó a ocupar su escaño en ese momento.
La ya famosa “enmienda Letwin” dejó al Gobierno sin su jornada histórica. Johnson esperaba reunir los 320 votos que permitiesen el acuerdo del Brexit. En lugar de eso, la Cámara exigió pedir una nueva prórroga a la UE. Hasta que el Gobierno no registre el contenido legal del acuerdo, el Parlamento se reserva su última palabra al respecto.
Como el texto presentado por Johnson no ha variado ni un ápice desde el pasado sábado, Bercrow ha considerado inadmisible que se vuelva a debatir en la Cámara.
Ante un contratiempo reglamentario y no político, el Parlamento se niega, por el momento, a cumplir con el mandato popular del referéndum del 2016, tal y como defienden miembros del Ejecutivo.
El Gobierno intentará una segunda lectura
El Gobierno ya había presentado el texto legal del acuerdo en la Cámara, por lo que, este mismo martes, intentará que se proceda a una segunda lectura. En caso de producirse, será el momento clave para ver si se da el clímax del culebrón del Brexit. La votación mostraría si de verdad Johnson cuenta con los 320 diputados que necesita para que su acuerdo con la UE salga adelante.
Si se produjese la victoria, la Cámara llevaría a cabo una propuesta del calendario del trámite legislativo. La intención de Johnson es acelerar al máximo el proceso para que el acuerdo de retirada entre en vigor el próximo 31 de octubre.