El Gobierno español ha respondido a EEUU tras el órdago lanzado por Trump con el que impondrá aranceles a productos aeronáuticos y agroalimentarios de Europa y, especialmente, de España. Una propuesta diplomática que mezcla contundencia y moderación para hacer ver a la administración estadounidense que los impuestos anunciados son “inaceptables”.
Y es que el Gobierno en funciones ha convocado al embajador de EEUU para mostrar su “rechazo frontal” a la decisión por la que muchos de los productos agrarios españoles sufrirán un arancel del 25% en sus exportaciones a EEUU. Una propuesta insólita en las relaciones internacionales españolas. Tan solo había tomado dicha medida en los casos de Gibraltar con Reino Unido y la vulneración de los derechos humanos con Venezuela.
El ministro de Agricultura, Luis Planas, viajará a Bruselas este miércoles, según ha anunciado La Moncloa en un comunicado. Allí se reunirá con el embajador Richard Duke Buchan III para tratar el conflicto comercial.
Por su parte, el secretario de Estado para la Unión Europea, Marco Aguiriano, ha transmitido a Washington el “rechazo frontal” del ejecutivo español. Unas medidas que llegan tras el fallo de la Organización Mundial del Comercio.
El pasado miércoles, la OMC emitió un fallo en favor de EEUU por considerar ilegales los subsidios de España, Francia, Alemania y Reino Unido ofrecidos a Airbus. De este modo, dio luz verde a Donald Trump para que impusiese un arancel del 25% a los productos agroalimentarios de estos países. En España, las exportaciones de estos productos el pasado año supusieron alrededor de 930 millones de euros.
Acción diplomática inaudita
Por tanto, el Gobierno español ha dado paso a una acción diplomática inaudita, tal y como cuenta en su comunicado. “Los aranceles anunciados”, explica, “se suman a una lista de medidas adoptadas por la Administración norteamericana en el último año contra intereses españoles y europeos, como los aranceles al acero y aluminio, la reactivación de la ley Helms-Burton (que afecta a grupos hoteleros españoles con intereses en Cuba), contraviniendo el derecho internacional, o la imposición de sanciones a las aceitunas negras españolas”.
El ministro en funciones, Luis Planas, lamentó que tengan que ser los productos agrícolas los que tengan que pagar por un conflicto comercial generado en el sector aeronáutico. “Es inaceptable que el campo pueda sufrir represalias comerciales en relación a un conflicto del sector aeronáutico”, dijo.
La imposición de estos aranceles complica la salida amistosa de este conflicto. El Gobierno aseguró que sabrán responder a las medidas “proteccionistas y nacionalistas”. “Europa también es grande y es uno de los momentos para demostrarlo”, dijo la portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celaá. También insistió en que confían “plenamente” en la negociación.