Pablo Casado sigue rechazando la posibilidad de dar su voto para facilitar la investidura de Pedro Sánchez. Así lo ha dejado claro ayer en Zagreb, capital croata en la que participó en una reunión del PP Europeo.
“El PP no puede facilitar la investidura al candidato del partido que ha protagonizado el escándalo mayor de corrupción de la historia de España“, dijo el líder del PP en referencia a la sentencia de los ERE. De esta forma, contradice a muchas de las voces del partido que verían con buenos ojos un acuerdo con el PSOE para evitar la entrada al Gobierno a Unidas Podemos y los nacionalistas.
“No hay ningún pacto que ofrecer a Sánchez más que los que están en la Constitución“, recalcó Casado, aunque ha dejado “abierta la puerta para la estabilidad y la gobernabilidad”.
“El PP dejó claro que es un partido con el que se puede pactar cuestiones esenciales. Seguimos con la puerta abierta para que se negocien los presupuestos para que no se suban los impuestos, para que podamos aplicar la constitución en Catalunya o para desbloquear la negociación del pacto de Toledo”, remarcó.
“En lo que no podemos estar es en la agenda del cordón sanitario que ha vuelto a tejer Pedro Sánchez”, insistió el líder de los populares en referencia a la ronda de contactos que ha orquestado el presidente en funciones.
Además, entiende que Sánchez “no solo no ha contactado con el PP, sino que no ha respondido a la llamada del PP, porque sabe lo que le iba a decir”.
Por tanto, Casado insistió en presentar a su partido como la principal fuerza opositora al Gobierno resultante tras las negociaciones. “Somos la alternativa, sería tremendamente irresponsable privar a España de la alternativa”, sentenció.
Entendimiento con los socialistas
A pesar de las palabras de Casado, José María Aznar o Caytana Álvarez de Toledo se han mostrado muy partidarios en los últimos días de un entendimiento con los socialistas. Lo mismo pasaría con otros barones territoriales del partido como el gallego Alberto Núñez Feijóo, el leonés Alfonso Fernández Mañueco o el líder del PP vasco, Alfonso Alonso. Todos ellos entienden ven preferible un acuerdo entre las fuerzas constitucionalistas que un gobierno de izquierdas con el apoyo de los nacionalistas.