Muchos fuegos necesitaba apagar Zidane en este Real Madrid. Y empezó por el de LaLiga, conquistando un Sánchez-Pizjuán que no veía ganar a los blancos desde la temporada 14/15, amén de un hat-trick de Cristiano. No estuvo el portugués en esta ocasión, pero sí Benzema, que se metió los tres puntos en la saca con un espléndido cabezazo pasada la hora de juego (0-1).
Y eso que al Madrid le costó coger el pulso al partido, con Casemiro como único almirante. Hubo cancha para peloteros como James, Hazard o Benzema, pero el Sevilla salió respondón. Con extremos como Ocampos o el Mudo, Jordán y Banega ganaron en salud, atrincherando a los blancos en buena parte de la primera mitad.
No meneó el árbol Zidane después de la debacle en París. Y más de uno pensaría que debió haberlo hecho, especialmente antes del primer golpe de bocina.
Distinto sería el partido tras la reanudación, con un Madrid serio que apenas concedió peligro al Sevilla. Bale y Hazard empezaron a actuar como centrocampistas, y eso lo agradeció Casemiro.
El de siempre, Benzema
El Madrid se hizo dueño del partido y era cuestión de tiempo que alguien abriese la lata. Y fue el de siempre por estas épocas. Benzema no perdonó un centro soberbio de Carvajal, que llegó hasta la línea de fondo. El francés pillo a Vaçlik a contrapié, que poco pudo hacer para evitar el gol de un Madrid que no es líder, pero como si lo fuera.