El Mundial de Catar se adentra en su fase decisiva: cuartos, semifinales y final; unas eliminatorias con las ocho mejores selecciones. Fútbol en su estado más puro. Vencer o irse a casa. El premio es tan jugoso como ese premio que espera obtener aquellos que realizan pronósticos deportivos en algunas de las casas de apuestas que pagan al instante. Los aficionados al balompié aprovechan estos días no sólo para saborear el fútbol más auténtico, sino para demostrar también toda su sapiencia futbolística y apuntarse unos premios en metálico.
Entonces, la pregunta es obvia (y sucede en todos los juegos donde el azar ocupa un cierto protagonismo): ¿se puede ganar con todas las apuestas? La respuesta, como intuyen es clara. No todos los pronósticos son favorables a los jugadores. El hombre nunca gestionará los designios del azar, aunque sí puede conseguir que éstos jueguen en su beneficio. Si nos circunscribimos a las apuestas deportivas, que estas semanas viven un momento álgido a nivel planetario, hay muchas variantes y estrategias que pueden evaluarse antes de realizar un tipo de apuesta.
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¿Por qué tener una estrategia?
El primer elemento a desmitificar es saber de fútbol. No es suficiente para ganar una apuesta de manera inteligente ni siquiera es una buena estrategia. Es decir, estos pronósticos suelen realizarse con el corazón (del equipo al que uno pertenece emocionalmente) y no en base a una serie de variantes. Es decir, hay que evaluar estado físico de los jugadores, trayectoria anterior de otros encuentros, cruces históricos contra ese equipo o conocer las diferentes cuotas del mercado, por citar algunos aspectos.
Pero no es suficiente, puesto que se necesita trazar una estrategia con el objetivo de definir cómo hacer una apuesta ‘ganadora’. Esto implica establecer un método y saber adaptarnos a las circunstancias del partido, sabiendo en qué momento hacer un determinado pronóstico y en qué condiciones.
¿Qué tipos de estrategias existen?
Considerando que ninguna estrategia es infalible y que nos movemos en un terreno repleto de diversas probabilidades, incluyendo otros juegos de azar que carecen de relación con las apuestas, nos encontraremos con un sinfín de estrategias, algunas de las cuales implican un mayor o menor riesgo, lo cual dictaminará también nuestro pronóstico. Ya saben aquello de a mayor riesgo, mayor ganancia.
Obviamente, esto debe realizarlo un profesional, personas que se dedican a este ámbito con un objetivo diferente al de un simple aficionado: de ganar dinero a aumentar la emoción del partido que se presencia en compañía de unos amigos. ¡Veamos algunas estrategias de apuestas futbolísticas!
- Estrategia Paroli: se basa en dos perceptos, en donde si uno gana, debe destinar una parte de esa ganancia a otra apuesta, pero superando el importe del pronóstico anterior; y si se pierde, se debe ser conservador en la siguiente.
- Estrategia Fibonacci: las matemáticas influyen en este sistema, donde se recomienda bajar la inversión cuando la racha es positiva y aumentarla cuando no se acierta con el pronóstico. A largo plazo resulta efectivo, pero se recomienda aplicar este sistema sobre deportes que se dominan.
- Estrategia Combinada: resulta muy popular y con buenos réditos, aunque resulta complicado acertar al combinar diferentes tipos de pronósticos.
- Surebets (apuestas seguras): con este sistema se pronóstica sobre ambos contricantes (equipos), aunque en diferentes plataformas. Se requiere usar un software para evaluar las mejores cuotas.
- Valuebets (apuestas de valor): a diferencia de las anteriores, este sistema ofrece mejores réditos, aunque requiere de un software de análisis de cuotas de las diferentes casas con el objetivo de adelantarse a la actualización de las cuotas de determinados eventos por parte de las casas de apuestas.
- Estrategias de gestión del bank: básicamente, este término anglosajón, se refiere a una correcta gestión del presupuesto con el que se cuenta. Es decir, se debe pronosticar de manera responsable. Y esto implica informarse bien de todas las variables y saber cuándo es mejor retirarse o no caer en una constante apuesta de acciones en vivo.