Boris Johnson ha conseguido que se apruebe el acuerdo del Brexit gracias a su mayoría en el Parlamento, donde cuenta con 366 diputados. El texto, sometido a una primera lectura que contó con el apoyo de 358 diputados, será sometido a una comisión y el visto bueno de la Cámara de los Lores.
“Ha llegado el momento de unirnos todos y escribir un nuevo capítulo en la historia de esta nación“, ha dicho Johnson sobre el acuerdo cuya cristalización, en principio, tiene la fecha límite del 31 de enero.
Se esperaba que, después de la amplia mayoría conseguida por los conservadores en el Parlamento británico, Johnson estirase un poco más los plazos. De este modo, podría negociar con más calma su nueva relación política y comercial con la UE.
Aunque Johnson no considera factible que el proceso legislativo se eternice. La opción alternativa, ha dicho, “sería como Prometeo encadenado a la montaña, con el águila devorando su hígado cada día para que le volviera a crecer y que el ciclo se repitiera eternamente”.
Sin necesidad del apoyo laborista
Como los conservadores ya no necesitan el apoyo del sector laborista del hemiciclo, el Gobierno ha decidido eliminar el texto de referencias que presentó para garantizar que los derechos laborales en Reino Unido estarían equiparados a los de la UE tras consumarse la salida de la unión.
“Se trata de dar a cada cuestión el vehículo legislativo correspondiente”, ha asegurado el ministro para el Brexit, Steven Barclay, en la cadena TalkRadio. “Ya hemos anunciado otras leyes en el Discurso de la Reina (el texto con las líneas maestras del nuevo Gobierno, que Isabel II leyó este jueves en el Parlamento) que contemplan los derechos laborales. Y a menudo, el Reino Unido ha ido más lejos en su protección que la propia UE”, ha dicho Barclay.