El presidente de EEUU, Donald Trump, “está usando el poder de su cargo para solicitar la interferencia de un país extranjero en las elecciones estadounidenses de 2020”, tal y como cuenta en su queja un denunciante anónimo. También asegura que la Casa Blanca trató de “bloquear” información para ocultarlo.
Dicha denuncia, que fue hecha pública este jueves en Washington, se centra en el escándalo generado por la llamada telefónica de Trump al presidente ucraniano Volodímir Zelenski. En ella podría haber indicios de que el primer mandatario estadounidense presionase a su homólogo para que investigase a Joe Biden. El exvicepresidente podría ser el principal rival de Trump en las elecciones de 2020, pues parte como favorito en las primarias de los demócratas.
“Esta interferencia incluye, entre otras cosas, presionar a un país extranjero para que investigue a uno de los principales rivales políticos domésticos del presidente. El abogado personal del presidente, Rudolph Giuliani, es una figura central en ese intento. El fiscal general (William) Barr parece estar implicado también”, escribe el denunciante, cuya identidad no se revela en el documento desclasificado.
La conversación telefónica alarmó tanto a un oficial de inteligencia que decidió presentar una denuncia anónima. En ella, asegura que “altos oficiales de la Casa Blanca intervinieron para bloquear todos los registros de la llamada telefónica, especialmente la transcripción literal oficial que se realizó como es costumbre en la Situation Room (la sala de crisis) de la Casa Blanca”.
“Estas acciones subrayan para mí que los oficiales de la Casa Blanca comprendían la gravedad que transpiraba la llamada”, concluye.
Impeachment contra el presidente
Todos estos detalles arrojan más leña al fuego en medio del impeachment organizado contra el presidente Trump. Se trata de un juicio político contra un alto funcionario en el Congreso por cometer un delito grave. El proceso fue anunciado el pasado martes por la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi.
Además, daría una hoja de ruta a los demócratas, con testigos que pueden ser llamados a testificar en la investigación que procedería a destruir al actual presidente. También arrojaría más presión a aquellos republicanos moderados que siguen apoyando a Trump.